A rey muerto rey puesto. Cuando todo parecía indicar que la Vallejo iba a romper el mercado contratando a Paolo Guerrero, el ‘Depredador’ le dijo a no a los poetas y los dejó en el aire. Los norteños, que sabían lo complicado de la operación, manejaban un plan B. Se habló del seleccionado boliviano Marcelo Martins y el colombiano Teófilo Gutiérrez, sin embargo el elegido sería el español Jesé Rodríguez, formado en el todopoderoso Real Madrid.
El delantero nacido en Las Palmas de Gran Canaria tenía todo para ser una figura en el cuadro más ganador del mundo, pero su mala cabeza, indisciplina y excentricidades terminaron por relegarlo. Con solo 18 años, José Mourinho lo subió al primer equipo donde alternó con Cristiano Ronaldo, Benzema y Gonzalo ‘Pipita’ Higuaín. Luego de una temporada en el Castilla, segundo equipo de los blancos, Carlo Ancelotti le dio la alternativa en el primer equipo e integró el plantel que ganó la Liga de Campeones y la Copa del Rey. El díscolo jugador alternaba buenas actuaciones con locuras y arrastraba una serie de problemas dentro y fuera de las canchas desde que era infantil.
Un hecho que marcó la carrera del que puede ser pupilo de Roberto Mosquera ocurrió el año 2009. Con solo 16 años, regalando edad, el canario fue llamado para reforzar al cuadro juvenil del Madrid para un clásico con el Atlético porque sabían que podía marcar diferencias, aunque para nadie era un secreto que sus reacciones fuera de lugar también muchas veces le jugaban una mala pasada. Cuando se jugaba el segundo tiempo y el marcador favorecía a los rojiblancos, el árbitro del encuentro cobró una falta en contra de los blancos y Jesé entendió que el juez se había equivocado. El juvenil empezó a reclamar airadamente y al ver que el hombre de negro no cambiaba de parecer optó por meterle un cabezazo que terminó con la autoridad en el suelo.
Inmediatamente fue expulsado y sus compañeros tuvieron que sacarlo fuera del campo porque estaba fuera de sí. El Madrid sabía lo que se venía y movió todos sus tentáculos para que la sanción no fuera tan dura. Se hablaba de un año sin jugar y su inmediata separación del club, pero el comité de justicia fue benevolente con el atacante y ‘solo’ lo castigó con 15 fechas sin jugar. Sin duda Jesé la sacó barata y por eso el club en vez de separarlo lo castigó sin jugar un tiempo más para que reflexionara. A favor del futbolista jugó que en el club había cambio de presidente entre José Ramón Calderón y Florentino Pérez por lo que nadie se animó a expulsarlo y se apostó por su calidad.
Finalmente Rodríguez siguió en el club y en todo momento se le trató de ayudar a controlar ese carácter que lo hizo tomar tan malas decisiones. En el segundo equipo blanco, el polémico Jesé se encontró con Rubén de la Red, ex jugador retirado con premura por un problema cardíaco sufrido la misma temporada del caso Jesé y así explicó el campeón de Europa con España en 2008. “Yo era segundo entrenador del equipo, con Tristán Celador y le di mucha caña (estaba sobre él). Tenía que mejorar su constancia en el trabajo. Era muy bueno y yo hacía hincapié en las cosas que hacía mal, porque estaba acostumbrado a escuchar siempre lo que hacía bien. Es una cosa que sucede siempre con los jugadores de clase. No quería escuchar lo malo y solo deseaba escuchar lo bueno” sentenció de la Red.
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Ahora próximo a cumplir los 31 años, Jesé suena para ser refuerzo estelar de los trujillanos. La calidad no se le discute, por algo en su día alternó con Cristiano Ronaldo, Benzema, Bale y Di María y les peleó el puesto. Luego el PSG lo compró por 25 millones de euros, pero con los galos no dio la talla y por eso fue prestado hasta en cinco oportunidades. Después de su pasó por tierras parisinas su carrera fue en franco descenso hasta llegar al Coritiba con el que solo jugó 6 partidos e hizo un gol.
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