Se derritió su calidad. Hernán Barcos fue víctima de la ansiedad por poner en ventaja a Alianza Lima en el ardiente calor de Sullana y falló un penal, sobre los 15 minutos, que terminó en las manos de Diego Melián, quien intuyó el lanzamiento del argentino y evitó la caída de su valla en el estadio ‘Campeones del 36′.
Cecilio Waterman e había encargado de pisar el área con peligrosidad, sobre los 13 minutos, y tocó de los nervios a la defensa del cuadro norteño, pues uno de los zagueros churres no tuvo mejor opción que sujetarlo y frenar su incursión hasta el arco churre. La banca visitante pidió el penal.
El juez tuvo que recurrir a la ayuda del VAR para determinar si la falta merecía ser sancionada con la pena máxima y tras revisar todos los ángulos de la jugada y Augusto Menéndez pitó el penal.
Hernán Barcos se encargó de tomar el balón, ponerlo en el punto blanco. Dio tres pasos para atrás, tomó carrera y mandó el balón hasta el parante izquierdo de Diego Melian, pero el golero también había escogido ese parante y pudo desviar la pelota.
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