El club César Vallejo de Trujillo convenció a Paolo Guerrero y aceptó cumplir con el contrato firmado el 2 de febrero con el cuadro Trujillano. Tras dos días de negociaciones en compañía de su abogado, Julio García, y la intervención de su madre, doña Peta, quien se volvió protagonista de las últimas reuniones; finalmente el ‘Depredador’ vestirá la casaquilla poeta.
Canal N anunció que los directivos del cuadro norteño lograron convencer a Doña Peta y Ana Paula Consorte, madre y pareja del ‘Depredador’, sobre las medidas de seguridad que gozarán en ‘La Ciudad de la Eterna Primavera’, así como en la capital del país, después de las llamadas extorsivas y mensajes al teléfono de la madre del jugador.
El club se encargará de anunciar esta decisión a través de un comunicado desde sus redes sociales en las próximas horas y, de inmediato, se prepara la presentación del jugador en el Estadio Mansiche de Trujillo.
El ‘Depredador’ tuvo una reunión clave por espacio de una hora y media en la casa de Richard Acuña y abandonó la residencia del directivo trujillano en un vehículo conducido por Julio Rivera. El ‘Clan Guerrero’ se dirigió hasta el hotel Westin de San Isidro para alistar su viaje junto a la madre de sus hijos.
Horas más tarde se conoció que el jugador viajaría a Trujillo para pasar exámenes médicos y ponerse a las órdenes de Roberto Mosquera, y ser presentado al resto de sus compañeros, ser presentado y luego volver a Brasil para regresar con su equipaje correspondiente y pasar una temporada en el norte del Perú.
En unas imágenes, se aprecia a Paolo Guerrero y Ana Paula Consorte sonrientes en el interior del vehículo tras salir de la reunión con Richard Acuña y su abogado. Hay que recordar que el delantero y su defensa habían sostenido hasta cuatro cónclaves desde el martes, día en el que llegó a Lima.
Según diferentes medios, la presencia de la familia de Paolo Guerrero en la reunión se debería a que exigirían protección para ellos, lo cual habría sido la condición del goleador. Dicha petición habría sido aceptada por Richard Acuña, quien habría asegurado las garantías del caso para todos, permitiendo que haya humo blanco en las negociaciones.
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