Alex Rossi recordó su famosa cargada a Cuto Guadalupe.

En los años 90, los hinchas cremas tenían a un ídolo con pinta de gladiador y corazón de goleador: , el famoso ‘Toro indomable’, se metió en la historia de Universitario con entrega, goles y momentos épicos como aquel clásico donde cargó al mismísimo Luis Guadalupe como si fuera un peluche.

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Ahora, tres décadas después, el exdelantero brasileño se sentó frente a Cuto Guadalupe en su famoso podcast ‘La fe de Cuto’, y juntos revivieron anécdotas, bromas y una amistad que nació en el vestuario del ‘Lolo’ Fernández.

“¡Mira esta foto, Rossi! Cuando me sacas cargado en 1995, después del clásico que ganamos con gol de Roberto Martínez. ¿Qué pasó, querías que salga rápido?”, bromeó ‘Cuto’ mientras mostraba una imagen de ambos.

Alex soltó una carcajada y lo confesó sin rodeos: “Tenía un vuelo comprado. Tenía que ir a ver a mi familia, así que quería que el partido acabe rápido. Y sí, te cargué como a un bebé. Después del partido me despedí de todos… en toalla”.

Sí, tal cual. En plena emoción por la victoria, Rossi agarró sus cosas y se fue directo al aeropuerto, sin tiempo para cambiarse.

El preciso momento en que Rossi carga como bebe a Cuto y lo saca de la cancha para evitar sanción árbitro. (Foto. GEC):
El preciso momento en que Rossi carga como bebe a Cuto y lo saca de la cancha para evitar sanción árbitro. (Foto. GEC):

LOS AÑOS DORADOS

Durante la charla, Alex también recordó a su compañero de habitación en las concentraciones: el inolvidable ‘Loco’ Gabriel González. “Una gran persona. Lo conocí en Paraguay, en Cerro Porteño. Jugamos juntos y le metimos dos goles al Olimpia de Markarián en la final. Después de eso, Sergio me quiso en su equipo”.

Ese equipo paraguayo no era cualquier cosa: llegó a semifinales de la Copa Libertadores y Rossi brilló con luz propia.

Aunque hoy muchos lo recuerdan con cariño, el inicio de Rossi en la ‘U’ no fue nada fácil. “En los primeros partidos, la gente me gritaba: ‘¡Alex Rossi, vete a tu casa!’. Pero yo seguí metiéndole. Luego me gané su respeto con goles y actitud”.

Y vaya que lo hizo. Su nombre todavía se canta en la tribuna cada vez que la nostalgia crema se apodera del Monumental. Fue goleador, guerrero y personaje. Pero, sobre todo, un jugador que dejó huella.

Ya en la parte final, Cuto no dejó pasar la oportunidad para hablar de lo más importante: la fe. Y Rossi, con el corazón en la mano, lo dijo claro: “La fe es lo más lindo que hay. Si uno no cree en algo, no va a ningún lado”.

Así se despidió Alex Rossi, el ‘Toro indomable’ que cargó a Cuto como un bebé, metió goles inolvidables y se fue al aeropuerto… en toalla. Un personaje único que volvió a rugir gracias a La fe de Cuto.

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