Hay una trayectoria y días vividos, también unos galones ganados a punta de talento y trabajo. Orlando Lavalle es un hombre que ha recorrido todos los caminos para llegar a dirigir equipos profesionales. Fue asistente en la Universidad San Martín, también lo dirigió, sabe lo que es la presión de la Liga 1 y Liga 2, conoce a fondo el fútbol peruano. El profesor siempre tuvo la visión para darse cuenta quien podía ser una ‘estrella’ y la inteligencia para entender que la frase caminante se hace camino al andar, es una sentencia de vida.
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Orlando, ¿una anécdota con Christian Cueva, el muchacho que lo trajiste de Trujillo a la San Martín?
Un día regresando de entrenar fue a mi casa y al ver el juego de Play Station, se prendió con todo y te puedo asegurar algo.
¿Dime?
Con las manos, es mejor que con los pies. La rompía con el videojuego.
¿Una más?
Él vivió en mi casa, con mi familia y cuando el club entraba de vacaciones y él era juvenil, nos íbamos a jugar fulbito en San Juan de Miraflores.
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Era menudito, flaquito y yo ‘peloteaba’ con Christian Ramos. Cuando llegamos, él se sentó en la vereda y yo le dije al defensa: ‘Es bueno’.
¿Te creyó?
Creo que no, pero jugó y lo impresionó. Años después, ambos llegaron al Mundial de Rusia y Christian era uno de los líderes del equipo.
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Saltemos a otro tema, ¿es difícil ser entrenador en el Perú?
Una vez debía viajar al extranjero y mi pasaporte se había vencido. Llegué a Migraciones.
¿Qué sucedió?
Una señorita me preguntó mis datos, edad, lugar de nacimiento, hasta que llegó a profesión.
Obviamente le dijiste tu trabajo
Claro, soy entrenador y ella me preguntó asombrada: ¿Eso se estudia?
¿Hay poca ética?
Los mismos directivos me han pasado audios de entrenadores, ofreciéndose para mi cargo, cuando las cosas no iban bien.
¿Los extranjeros son los qué se manejan de esa manera?
Los peruanos igual, pero te pondré un caso.
Adelante
Hay un técnico extranjero que nunca hace buenas campañas, pero todas las temporadas dirige un equipo de Segunda. Nunca le falta trabajo.
¿Y eso?
Seguro debe tener a Dios de su representante.
¿Un consejo qué te haya dado el ‘Maño’ Ruíz?
Habla poco de lo que sabe y nada de lo que no sabes.
¿Otra?
En los partidos con la Reserva, si el equipo iba perdiendo, podía alargar los partidos a tres o cuatro horas para que llegue el empate.
¿Así de descarado?
Claro y luego me decía: ‘Yo no pierdo ni jugando a mentira’
¿Una con Julio César Uribe?
Yo dirigía a la Reserva y estábamos entrenando a doble horario. Después de trabajar en la mañana, los chicos agarraban colchonetas y en el gimnasio se echaban a descansar, esperando que pasen las horas para el segundo turno de trabajo.
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El ‘Diamante’, que era técnico del primer equipo, se dio cuenta de ello y me llamó.
¿Qué te dijo?
Me hizo subir a su auto, salimos y vio un buen hotel, me preguntó cuántos días más íbamos a trabajar en las tardes. Le dije y pagó todo,
¡Un maestro!
Me dijo que cualquier otra urgencia, se la haga llegar.
¿Listo para dirigir?
Tengo un acuerdo de palabra con el presidente de Carlos Stein. Ya estamos avanzando en la conformación del equipo y la organización. Esperamos realizar un buen trabajo.
Un gran abrazo
Gracias a ustedes por la entrevista.
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