Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol
Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol

Mi gente de La Fe de Cuto veo que siguen disfrutando de los de la Mi ‘Harry Potter’, como lo llamo de cariño, es espectacular. Tiene mucha historia, mucha calle, muchas vivencias, pero queda claro que es un gran ser humano. Todos nos equivocamos, cometemos errores, no somos perfectos, pero lo importante es corregir y seguir avanzando. La vida continúa. Considero que Cueva debe seguir su camino en el fútbol que tanto le gusta, que es su hábitat, con buen trabajo físico para darle más a la pelotita.

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Se viene el Día del Padre

Mis queridos lectores, se viene el Día del Padre y les deseo a todos que pasen un gran día. Disfruten de su papá, quiéranlo, aprovéchenlo, conversen con él. En mi caso, no tuve la suerte de poder disfrutar mucho con mi papá, solo lo tuve hasta los 5 años de edad. Lo recuerdo con nostalgia. Eso me marcó mucho la vida ya que cuando lo volví a ver, cuando tenía 10 años, estaba en un ataúd. Todavía era un niño, me quedé con muchas preguntas que tenía para mi papá, preguntas que todavía conservo a pesar de los años.

Ese episodio marcó mucho mi vida. No tener a papá, siendo aún un niño, fue determinante para muchas cosas en mi vida, creo que me enseñó a ser más fuerte para sobreponerme en la vida. Claro, me sirvió también para que mis hijos no pasen ese camino o ese trance de no tener a papá. Por eso hablo con ellos siempre. Las cosas se dicen en vida, un te amo, un te quiero, e incluso cualquier duda o consulta, lo mejor es conversar ya que se tiene la oportunidad y no quedarse con las preguntas, como yo me las quedé.

Los otros papás, que la vida me dio

Al no tener a mi papá presente, mi hermano mayor Domingo Martín Guadalupe pasó a ser, o a ocupar, la figura paterna. Mi hermano mayor, popularmente conocido como Quembol, es papá de mis sobrinos Quembol y Martín Guadalupe, que poco a poco se abren un espacio en el fútbol profesional peruano.

El señor Domingo era bravo de bravos. Tenía músculos hasta en las orejas, con eso le digo todo. Él pertenecía a la brigada de Los Húsares de Junín, la escolta presidencial. Ya ustedes saquen su cuenta. Muchas veces lo íbamos a ver al cuartel Barbones en Barrios Altos. Mi mamá María, conocida como mamá Prince, anotaba en un cuaderno todas mis travesuras de la semana para, cuando viniera mi hermano mayor, darle las quejas. Cada que veía llegar al señor Domingo, yo escapaba por unas horas, pero el hambre me hacía regresar a casa y ahí era castigado, en la ducha, con agua fría y el san marticito que golpeaba sobre mi cuerpo y dejaba las huellas. Podrán decir muchas cosas, pero así nos criaban y sinceramente eso me sirvió para aprender y encaminarme en la vida.

También tengo como figura paterna a mi tío Carlos Alegría. Él trabajaba en la Marina de Guerra del Perú y cada que iba nos llevaba, en costalillo o bolsa de papel, un rico pan que saboreamos de manera especial. También para Navidad nos llevaba un rico panetón. Como olvidar que solo, cuando él iba a visitarnos, podíamos tomar gaseosa. Sacaba unas monedas de su bolsillo y me mandaba a comprar, mandado que hacía con mucha alegría y de paso me caía mi propina. Era lo máximo para mí. Lo recuerdo y se me hace un nudo en la garganta aquellos momentos.

Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol
Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol

Mi viejo Chávarry

En el año 2008, cuando fui a jugar por el Juan Aurich, conocí a Marco Chávarry en Chiclayo, quien tenía un huarique a donde fui llevado por César ‘Flaco’ Sánchez. Chávarry, con el pasar del tiempo, se convirtió en mi viejo Chávarry. Él me cocinaba de una manera muy especial y conforme lo fui conociendo. fuimos haciendo una buena química con muchas historias y anécdotas que forjaron una relación paternal.

LUIS BOLAÑOS, EL ‘PADRE’ DE CUTO

Finalmente, pero no menos importante, viene la historia de mi padre en el fútbol, como lo es el profesor Luis Bolaños. Bolaños fue clave en mi incursión en el fútbol. Mejor dicho, mi continuidad en el fútbol para poder llegar al fútbol profesional. La historia es así. Ya había dejado Cantolao, por edad, en ese tiempo Cantolao no tenía equipo profesional. Había probado suerte con Cristal, sin mayor fortuna. Luego fui a Alianza Lima y logré quedar en el equipo, pasé la prueba, pero lo que me daban de dinero no me alcanza para pagar los tres pasajes que debía tomar para llegar hasta los entrenamientos.

Pero un buen día, se apareció en mi barrio de Corongo el profesor Luis Bolaños. Había llegado hasta mi casa acompañado por mi amigo Johnny ‘Chilavegas’ Vegas para llevarme a Universitario. Fue la primera de varias oportunidades que él fue a buscarme hasta mi casa para seguir en el fútbol.

Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol
Cuto Guadalupe y sus padres en el fútbol

Como olvidar, cuando con apenas 16 años, me fui a probar suerte a Bélgica, mi primera incursión por esos lares, a donde fui acompañado por otros dos jóvenes como ‘Pepe’ Morales y Manuel Rivera ‘Cachanga’ Garrido, que se quedó en Europa, hizo carrera en Suiza y fue figura por allá. A Bélgica nos llevó ‘Rafo’ Lora, un reconocido exfutbolista peruano que había militado junto a Juan Carlos Oblitas en el Standard de Lieja. Estuve como tres meses por allá, pero finalmente Universitario no saltó mi carta pase, por lo que me tuve que regresar nuevamente a la ‘U’.

En ese momento, como en otras ocasiones, el profesor Bolaños fue clave para volver a la ‘U’. Así como cuando me hizo regresar a la selección peruana sub 20, cuando en un arranque de cosas de un joven algo impulsivo, decidí no volver a los entrenamientos. Pero, nuevamente, aparecía el profesor Bolaños para convencerme a regresar. En otras ocasiones, cuando no iba a entrenar, Bolaños aparecía por Corongo para preguntar el motivo de mi ausencia, que casi siempre era por motivos económicos, y me ayudaba con los pasajes para volver a los entrenamientos.

Así, cada uno de ellos colaboró conmigo, por eso mi gratitud en vida con todos. A falta de mi papá, Dios me envío a varios para encaminarme y guiarme en la vida.

Nos leemos el próximo lunes.

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