Chile tenía la necesidad de ganar para terminar con la crisis de resultados que vivía La Roja y lo deseado llegó cuando apenas se había cumplido el minuto de juego y Eduardo Vargas puso de cabeza el 1-0 ante Brasil. El festejo hizo saltar y levantar los brazos a Ricardo Gareca quien soltó toda la prensión a vista de todos en el Estadio Nacional de Santiago de Chile.
El equipo de Ricardo Gareca demostró mucha agresividad para recuperar la pelota y forzar este segundo rebote y solo así pudo presionar en cancha de Brasil y encontrar los espacios.
Producto de esta presión alta es que Felipe Loyola, jugador de independiente consiguió ganar la última línea y sacar el centro al segundo palo, donde aparecía Eduardo Vargas.
El número 11 de la Selección de Chile demostró sus jerarquía en el juego aéreo y pese a la marca de Marquinhos y Danilo, logró bombear el balón a Ederson y poner el sorpresivo 1-0.
Ricardo Gareca, se volvió loco saltó y levantó los brazos mientras soltaba ese grito que parecía exorcizar a todos los demonios que lo acosaban previo al duelo con el Scratch.
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