Kylian Mbappé no se quedó callado y tras el empate de Real Madrid ante Girona que dejó al Barcelona como nuevo líder de LaLiga, utilizó sus redes sociales para lanzar un mensaje directo al vestuario merengue. El frances analizó el 1-1 que le permitió al eterno rival tomar el control de la tabla en un momento clave de la temporada.
Horas después del encuentro, Mbappé fue puntual al expresar su descontento por el rendimiento colectivo del cuadro blanco. “No es el resultado que queríamos esta noche. Pero la liga sigue y es muy larga”, escribió el atacante en Instagram, donde lo siguen más de 128 millones de usuarios. El mensaje cayó como un llamado urgente a la reacción en un equipo que, pese a su poder ofensivo, viene sufriendo desconexiones que le han costado puntos importantes.
El goleador del Real Madrid fue más allá y dejó entrever que la situación requiere un giro inmediato en el funcionamiento del plantel. “Tenemos que cambiar la dinámica y demostrar quiénes somos como equipo”, sentenció Mbappé, subrayando que no solo se trata de recuperar la punta, sino de reafirmar la identidad en la CAsa Blanca. El francés, que suele mantener un discurso moderado, esta vez apuntó de manera directa al rendimiento grupal.
En el plano individual, Kylian Mbappé volvió a ser determinante y, al mismo tiempo, protagonista de la acción más polémica del partido. El atacante convirtió un gol de penal en Montilivi, pero antes había celebrado otro tanto que terminó siendo anulado. Su remate al minuto 40 quedó invalidado después de que el árbitro Ricardo De Burgos Bengoetxea revisara en el VAR una mano previa del propio jugador antes de definir.
Con este duelo, ‘Kiki’ elevó su registro a 23 goles y 3 asistencias en 19 partidos en la presente temporada, cifras que evidencian su impecable rendimiento personal, aunque no bastaron para sostener la cima del torneo. La falta de contundencia y ciertos errores defensivos terminaron abriendo la puerta para que el Girona encuentre el empate y complique a los dirigidos por Xabi Alonso.
La presión ahora se traslada completamente al Real Madrid, que deberá recuperar su mejor versión si no quiere ver cómo el Barcelona se afianza cada semana en el primer lugar. El mensaje del francés, lejos de generar conflicto, apunta a despertar al equipo en un momento determinante. En la casa blanca esperan que sus palabras sean la chispa que encienda la reacción inmediata antes de que la pelea por LaLiga empiece a inclinarse peligrosamente hacia el lado blaugrana.
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