Por: Moisés Pajuelo (@MoisesVPF)
Chemo del Solar y Roberto Mosquera. Los dos son peruanos. Los dos son entrenadores. Uno ha hecho uno de las campañas más ridículas de un equipo peruano en la Copa Libertadores, con Sporting Cristal este año (tres goleadas y apenas dos puntos). El otro ha sorprendido desde Bolivia con el Wilstermann de Cochabamba, con un equipo que ha pasado a octavos de final luego de muchos años. Mismo tiempo de trabajo pero resultados opuestos.
Con esto, Roberto Mosquera tuvo su revancha en la Copa Libertadores, luego de quedarse a un punto de la clasificación en 2013, cuando dirigió a Sporting Cristal. En ese entonces, Roberto Mosquera fue cesado de su cargo el año siguiente por, según los dirigentes celestes, no "tener el estilo de juego que quiere el club". Luego de ello, en las siguientes ediciones de dicho certamen (2014, 2015, 2016 y 2017), los bajopontinos jamás estuvieron cerca de avanzar de fase y también fueron eliminados.
A inicios de 2017, la directiva de Sporting Cristal apostó por Chemo del Solar como nuevo entrenador celeste. El ex futbolista nacional cumplía con los "requisitos" del club (estilo de juego, manejo de vestuario y trabajo con menores). Pero el mayor objetivo, claro, era clasificar a octavos de final de la Copa Libertadores. ¿Se logró? No. De hecho, la de este año fue la peor campaña de los celestes desde que Roberto Mosquera estuvo en el banquillo rimense (2013).
¿Cómo así? Pues esta versión de Sporting Cristal quedó último en su grupo con apenas 2 puntos convirtiéndose en el tercer peor equipo de la Copa Libertadores 2017. Además recibió 3 goleadas en condición de visita. Le marcaron 15 goles y solo anotó en 2 oportunidades. Entonces, ¿nunca debieron sacar a Roberto Mosquera del cargo? Los tiempos son distintos, también los contextos, pero la pregunta hecha es válida. Algo sí es cierto: los dirigentes de Sporting Cristal que botaron a Roberto Mosquera deben tener otra pregunta en la cabeza: ¿qué hubiera pasado si manteníamos a Roberto Mosquera?