Pusieron fin a sus rencillas. Después de tres años de haber estado enemistadas, las cantantes Taylor Swift y Katy Perry decidieron dejar de lado sus rivalidades y firmaron la paz.
Así lo dejaron claro a sus seguidores, luego de que ambas se dieran un abrazo en el nuevo single de Swift, "You Need To Calm Down". En él, la intérprete de Shake it off salió disfrazada de patatas fritas, mientras que Perry lo hizo de hamburguesa.
De esta forma, dejan atrás las indirectas que se mandaban a través de redes sociales y en todas las entrevistas que aparecían. Pero ¿cómo se originó la pelea entre ambas divas del pop? A continuación te explicamos todo lo que quieres saber:
Ellas se hicieron amigas el año 2009 cuando sus carreras musicales empezaban a cosechar éxitos. Ambas compartían fotos y videos en sus redes sociales destacando lo que hacía la otra, pero tres años después, todo cambió.
Fue durante la gira de Taylor Swift, quien promocionaba su disco “Red”, que la amistad se rompió, luego que tres de sus bailarines, que habían formado antes parte del elenco de Katy Perry, decidieron dar por concluido sus servicios con ella en pleno tour musical.
El haberse quedado sola en plena gira no fue lo que desató su ira, sino el hecho de que los danzarines se fueron a trabajar con Perry fue lo que realmente la enfureció, pues consideró que su amiga la estaba saboteando.
En su defensa, Katy dijo que ella se comunicó con sus exbailarines para preguntarles si podían regresar a trabajar con ella en su nuevo disco “Prism”, a lo que ellos aceptaron, pero les pidió que lo comuniquen a la organización con antelación por temas de contrato. Algo que ocurrió, pero que fue rechazado por el equipo de Taylor, que decidió despedirlos. Con esto dejó en claro que ella “jamás se los robó”.
Tras lo sucedido, el único que se pronunció fue uno de los bailarines, quien dijo que optaron por regresar a trabajar con Perry porque la consideran como parte de su familia, y aunque agradeció la oportunidad que les dio Swift manifestó que en dicha gira se “estaban aburriendo un poco”.
En 2013, después de que Katy Perry fuera acusada de plagio con su tema “Roar”, Taylor Swift contraatacó y compartió escenario con Sara Bareilles, la cantante supuestamente plagiada por su examiga. Ambas entonaron “Brave”, la canción original.
Al año siguiente, en setiembre de 2014, Swift habló por primera vez sobre lo ocurrido con los bailarines y comentó sobre la canción “Bad blood”, en la que hablaba de otra artista femenina. “Durante años, nunca estuve segura sobre si éramos amigas o no […]. Me hizo algo terrible. Pensé 'oh, somos enemigas'. ¡Y ni siquiera era por un chico! Tenía que ver con el trabajo. Básicamente trató de sabotearme una gira entera. Intentó contratar a un montón de gente de mi equipo sin que me enterara. Y sorprendentemente yo no soy una persona conflictiva, no te creerías cuánto odio las disputas. Así que ahora tengo que evitarla”.
Al día siguiente que salió la entrevista, Katy compartió un tweet con un mensaje fulminante. “Cuidado con la Regina George con piel de cordero”, haciendo referencia a la villana de la película "Chicas malas”.
Asimismo, en 2015, durante el medio tiempo de Super Bowl, Perry interpretó sus mejores éxitos y cuando entonó “California Girls”, tema que se burla de las mujeres superficiales, aprovechó para atacar a su examiga. A ella no se le ocurrió mejor idea que vestir a ese tipo de chicas con el clásico traje de baño que Taylor puso de moda ese verano.
Era el año 2012 cuando Katy Perry empezó a salir con John Mayer, exnovio de Taylor. Tras su ruptura, esta última le dedicó una canción llamada ‘Dear John’ con una letra plagada de rencor. Y así las indirectas iban y venían por ambos lados.
Tras visitar el Vaticano, Katy Perry decide dar el primer paso para iniciar la reconciliación y envía una carta escrita a mano y una rama de olivo a Taylor Swift. “Hola vieja amiga, he estado reflexionando sobre las pasadas malas interpretaciones y sentimientos heridos entre nosotras. Me encantaría arreglar las cosas”, escribió.
Tras leer la misiva, Taylor escribió en su cuenta de Instagram. “He vuelto a mi camerino y me he encontrado esta rama de olivo. Esto significa mucho para mí”.
Hace una semana, Katy Perry compartió una imagen en Instagram que anunciaba el fin de la enemistad con Taylor Swift. En la foto se apreciaban galletas caseras sobre un plato con la descripción: "Peace at last" ("Paz al fin"). Además, Perry acompañó la imagen con las frases "Let’s be friends" ("Seamos amigas") y "Feels good" ("Se siente bien"). Pero lo que más llamó la atención fue que etiquetó a Taylor en la foto. La intérprete de "Shake it off" respondió con una cadena de corazones.
Días después, Taylor Swift sorprendió a todos al publicar el videoclip de "You Need To Calm Down" y apareció Katy Perry vestida de hamburguesa y ella, como el complemento perfecto, disfrazada de papas fritas. Esto anunciaba el final de la larga rivalidad.
“Llevábamos bastante tiempo en tregua, pero la primera vez que nos vimos en persona fue hace no mucho en una fiesta y desde el minuto uno quedó claro para las dos que todo había cambiado […]. Nos dimos cuenta de que ambas habíamos madurado y que lo habíamos hecho a pesar de estar enfadadas entre nosotras. Así que de repente recordamos lo mucho que teníamos en común y empezamos a arreglar la situación. Lo que pasa es que ninguna de las dos estábamos preparadas para hablar de ello públicamente”, dijo a BBC Radio.
“Poco después, cuando estaba pensando en ideas para el videoclip, se me ocurrió que sería genial que Katy apareciera, pero no sabía si ella estaría interesada o prefería que siguiéramos siendo amigas en secreto. Por eso le envié una sinopsis larguísima contándole la idea que quería contar en el vídeo y ella me respondió enseguida diciéndome que le encantaría que nos convirtiéramos en un símbolo de lo que significa la redención y el perdón”, continuó.
Swift señaló que pese a que tenía todo listo faltaba lo más importante: encontrar la mejor manera de escenificarlo. La solución llegó cuando vio a Perry vestida de hamburguesa en la gala del Met. “Hasta ese momento no se me había ocurrido que ella podría ir disfrazada así y yo de ración de patatas fritas. No sé, me daba la sensación de que si nos abrazábamos vestidas con ropa normal no iba a funcionar […]. En serio, la hamburguesa y las patatas fritas eran la perfecta metáfora de lo que significa dos personas que están destinadas a estar juntas. ¿Qué mejor pareja hay que esas dos cosas? Y a Katy le pareció divertidísimo así que nos lanzamos a hacerlo”, concluyó.