Ser una celebridad desde temprana edad no ha sido nada fácil para Elizabeth Olsen, ya que, desde muy pequeña la mujer confesó haber sufrido mucho al momento de salir o caminar sola por las calles de New York. La figura pública de 33 años se atrevió a hablar de aquella época en la que se vio obligada a necesitar ayuda profesional para estar mucho mejor.
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Lidiar con la presión de siempre ser observadas por la prensa o los fanáticos es algo con lo que tienen que lidiar las figuras públicas de forma constante cuando transitan por las calles como personas comunes. De esta manera, la que llego a maximizar este sentimiento y temor, provocando ataques de pánico fue Elizabeth Olsen.
No podía salir sola
En la reciente publicación de la revista Variety, el medio logró sacar una confesión por parte de la actriz, la cual relató lo que sintió cuando tenía 21 años y vivía en New York. “Recuerdo que tenía ataques de pánico a cada hora y me di cuenta de que no podía cruzar la calle, me paré contra la pared y pensé que me iba a morir en cualquier momento”, empezó diciendo.
“Si pasaba de frío a caliente, de caliente a frío, de lleno a hambriento, de hambriento a lleno, cualquier tipo de cambio en mi cuerpo, todo mi cuerpo pensaba: ‘¡Uh, oh, algo anda mal!’. Fue muy extraño. Un médico otorrinolaringólogo dijo que podría estar relacionado con el vértigo porque se trataba realmente de dar vueltas. Así que fueron seis meses interesantes”, explicó ella para que se entienda lo que sentía.
¿Cómo solucionó el problema?
Por otro lado, también confesó la manera en la que pudo solucionar todo lo que vivía, agregando que le pidió ayuda a uno de sus compañeros de trabajo en aquella época para que le recomiendo a un especialista que la pueda apoyar. Olsen indicó que este profesional le indicó realizar algunos ejercicios para poder estar bien, como, por ejemplo mencionar en voz alta lo que veía en la calle.
“En realidad, fue muy similar a un ejercicio de actuación que hicimos en Atlantic. Estás constantemente haciendo observaciones sobre la persona frente a ti y solo estás tratando de conectarte. Cuando caminaba por la calle, simplemente comenzaba a nombrar todo lo que veía en voz alta para salir de los pensamientos en espiral en mi cerebro”, finalizó.