Hace poco, la genial Drew Barrymore contó uno de los momentos más emotivos de su vida, puesto que con apenas nueve años logró probar por primera vez el alcohol y formar así un hábito poco usual para una niña de su edad. De hecho, la estadounidense de 47 años contó que su madre le permitía la ingesta de bebida, pero no de dulces como el chocolate.
De hecho, la nieta del conocido John Barrymore contó en su podcast personal “Drew’s New” que solía esconder las barras de chocolate dentro de su armario debido a que sus padres podrían pescarla.
En tal sentido, la actriz que dio vida a Gertie en “ET”, metraje mundialmente conocido, manifestó que logró entrar en los vicios desde muy pequeña, pues a su consumo de alcohol, le siguió el vicio de marihuana con apenas 10 años. Posteriormente, también probó cocaína con 12, y ya para los 13 se encontraba ingresando a rehabilitación para curar tales enfermedades.
“Iba a clubes y no iba a la escuela y robaba el auto de mi madre y, ya sabes, estaba fuera de control”, manifestó la estrella de películas de cine en su propio podcast.
Recordemos que la experta en artes escénicas comenzó a revelar los episodios de adicción en la revista “People” cuando apenas tenía 14 años de edad. Hoy, 33 años después, volvió a tocar ese tema.
NO PODÍA COMER CHOCOLATE
Tal y como cuenta la propia Drew, su madre no le tenía admitido comer chocolate, aunque si le daba la venia para otros actos como asistir a fiestas o tomar el auto siendo una menor de edad.
Sin embargo, ingerir tal dulce era inadmisible, pues podría aumentar de peso, algo nocivo para su carrera actoral siendo ella quien la llevaba en ocasiones a audicionar para numerosos papeles.
Pero no quedó ahí, pues la actriz indicó que desobedecía a su madre y tomaba algunas barras de su cocina para guardárselos en su armario, sin que ella se diera cuenta alguna.
“Metí chocolate en el armario. Todos los demás hábitos estaban a la vista, pero el azúcar era una cosa en el armario”, sostuvo Drew.
EL PERDÓN A SU MADRE
Sobre la odisea que le hizo vivir la autora de sus días, la propia Drew contó que llegó a perdonarla, aunque no fue una tarea nada fácil debido al gran calvario que le hizo vivir durante años.
“Estoy segura de que vivió con mucha culpa durante años, por haber creado un monstruo, pero luego creo que vivió con mucho dolor porque tampoco le hablaría durante mucho tiempo”, puntualizó.