Doris Luzmila Marrujo Sánchez no encuentra consuelo. Y es que la joven madre perdió a sus tres menores hijos a manos de su expareja, Pedro Emir Gonzáles Conde, quien envenenó a los pequeños y luego se quitó la vida en su casa de San Juan de Lurigancho.
Según su testimonio, Pedro Emir Gonzáles Conde estaba enfermo de celos, lo que no solo la hacía víctima de constantes maltratos físicos, sino que la mantuvo cautiva durante muchos años, sin posibilidad de hablar con nadie y trabajar.
En una entrevista con Punto Final, Doris Luzmila Marrujo Sánchez contó que dos días antes de los asesinatos, Pedro Emir Gonzáles Conde la había golpeado y echado de la casa que ambos compartían en la avenida Héroes del Cenepa en San Juan de Lurigancho.
La mujer se fue a la casa de su madre sin esperar la tragedia que se avecinaba. Y es que al regresar, encontró a sus pequeños sin vida y a su pareja agonizando. Les había dado un potente raticida en el yogurt y luego él mismo lo ingirió.
Pero los tormentos no son recientes. Todo empezó hace 11 años, cuando inició una relación con el asesino de sus hijos. Según su testimonio, solo fueron felices durante los primeros meses ya que al poco tiempo Pedro Emir Gonzáles Conde empezó a cambiar y a obsesionarse con los celos.
"Cogía mi celular, bloqueaba y eliminaba mis contactos. Yo le hacía caso en todo, primero, para llevar la fiesta en paz, luego ya con mucho temor", contó Doris Luzmila Marrujo Sánchez. Finalmente, el sujeto le quitó el teléfono quedando totalmente incomunicada.
Asimismo contó que en el 2016 casi termina con su vida al asfixiarla con una bolsa en la cabeza, luego de que lo denunciara en la Comisaría de Breña por maltrato. Según la abuela de los niños, el sujeto también maltrataba a los menores físicamente.
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