Por: Miguel Ramirez
En una escena de la película ‘Guerrero’ –que narra la vida de niño de nuestro famoso futbolista- su padre le da un consejo para enfrentar a un compañero que se burlaba de él, le doblaba la talla y lo ninguneaba durante las prácticas: ¡Tienes que saber pararte en la cancha, tienes que ser guapo, te tienen que respetar! Guerrero siguió los consejos y hoy brilla en el fútbol mundial.
Lo mismo debería hacer el presidente Pedro Pablo Kuczynski, luego de que se descubriera que detrás de la interpelación del ministro de Educación, Jaime Saavedra, estuvo Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular. La presunta corrupción en la compra de computadoras solo fue un pretexto de los fujimoristas y sus aliados apristas, para cortarle la cabeza al ministro y exhibirla como un trofeo de poder.
Keiko Fujimori quedó descubierta gracias a la sagacidad de un reportero gráfico del diario ‘Correo’, que fotografió la pantalla del celular de un congresista, donde ella había escrito este mensaje: ‘Felicitaciones a quienes han hecho uso de la palabra. Me llena de orgullo ver la fuerza de nuestro partido!!! Ceci (Cecilia Chacón), Rosita (Bartra), Lucho (Galarreta) y Héctor (Becerril)!!! Luz (Salgado), un manejo extraordinario como siempre’. ‘Héctor (Becerril), hoy demostraste que eres un excelente presidente de Fiscalización. Lourdes (Alcorta) y Daniel (Salaverry) los hemos extrañado!!! Gracias, Fuerza Popular’.
Jaime Saavedra -el principal impulsador de la exitosa reforma educativa iniciada por el gobierno anterior- fue prácticamente ‘fusilado’ por los fujimoristas, maltratado y hasta acusado de dirigir una banda de ladrones, peor que la del temible ‘Caracol’.
Lo ocurrido con Jaime Saavedra me hizo recordar los tiempos más oscuros del padre de Keiko, el expresidente Alberto Fujimori, y su socio Vladimiro Montesinos, cuando digitaban el Congreso para destruir a los políticos y autoridades que se oponían a sus atropellos antidemocráticos.
Recuerdo, como si fuera ayer, lo que les pasó en 1996 a los miembros del Tribunal Constitucional (TC), Manuel Aguirre Roca, Guillermo Rey Terry y Delia Revoredo, quienes se opusieron a una ‘leguleyada’ que permitía la tercera reelección de Alberto Fujimori.
Los fujimoristas, que dominaban el Congreso, formaron una comisión investigadora. Luego convocaron a un Pleno. Allí, durante ¡14 horas!, los probos magistrados fueron humillados y después destituidos de sus cargos, sin poder reclamar nada ni a nadie.
Los Chávez, Siura, Medelius, Torres Lara, Joy Way y Cuculiza de aquel entonces, han sido reemplazados por los Galarreta, Chacón, Letona, Becerril, Alcorta y otros. Luz Salgado, la sobreviviente de ese entonces, sigue tan igual o peor que cuando se reunía en privado con Montesinos.
Cuando acabó el maltrato al ministro Jaime Saavedra, Salgado escribió: ‘Todos han estado muy bien’. Y puso una figura con aplausos.
A PPK le quedan dos caminos: deja que censuren a su ministro o pone en su sitio a los fujimoristas. Nos vemos el otro martes.
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