Por: Miguel Ramírez
“¡Indignante noticia! El Ministerio Público debe pedir a Estados Unidos los nombres y pagos que hubiera hecho Odebrecht”, escribió Alan García el 22 de diciembre pasado, cuando desde Washington se conoció que dicha empresa brasileña había pagado sobornos por US$29 millones, a cambio de obras públicas, durante los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.
Como se sabe, la mayor cantidad de esas coimas (US$20 millones en total) se pagaron durante el segundo gobierno de Alan García (2006-2011). La misma empresa, además, identificó un soborno de US$1.4 millones pagados el 2008 para la construcción del Metro de Lima.
Alan García –famoso por su astucia política y su ‘buena muñeca’ para sortear y tergiversar situaciones que lo implican- no contó la película completa en ese ‘tuit’, ni en los demás que escribió después.
No dijo, por ejemplo, que en febrero pasado –cuando todos los peruanos estábamos distraídos con la campaña electoral- fue interrogado, en Lima, por dos fiscales brasileños que investigan el caso ‘Lava Jato’, donde está implicada Odebrecht y otras empresas, que tuvieron obras millonarias en nuestro país.
Hasta hoy es un misterio qué le preguntaron dichas autoridades a Alan García en aquella diligencia, que él ocultaba como secreto de Estado y que se logró gracias a la cooperación judicial internacional.
Otro de los interrogados fue el exprimer ministro de Alan García, el hoy congresista Jorge del Castillo. A diferencia de García, Del Castillo contó que le preguntaron sobre Jorge Dirceu, también implicado en ‘Lava Jato’, actualmente preso.
Según Del Castillo, Dirceu quería que afirmaran que no había hecho ninguna operación en el Perú. No dio más detalles. Dirceu, sin embargo, es un ‘peso pesado’. Se le acusa de haber pagado sobornos por ¡US$ 4 mil millones! a autoridades de varios países –entre ellos el Perú-, a cambio de construcciones que le fueron otorgadas a empresas que él representaba.
Dirceu, además, se reunió el 23 de enero del 2007 con Alan García en Palacio de Gobierno. Nadie sabía de esa reunión hasta que estalló el escándalo en Brasil. Hay más. La representante de Dirceu, en el Perú, fue Zaida Sisson (casada con un exministro aprista), quien también es investigada por pagar sobornos a autoridades peruanas. Sisson se reunió varias veces con García.
Sisson, asimismo, coordinaba a través de correos electrónicos, negocios y licitaciones con Hernán Garrido Lecca, otro ministro engreído de Alan García.
Luis Nava Guibert -su secretario y hombre de mayor confianza- también estuvo vinculado con Odebrecht, a través del estudio de abogados Nava y Huesa, de propiedad de uno de sus hijos. Odebrecht le pagó más de S/.3 millones por ‘asesorías’.
Jorge del Castillo y la exministra aprista Verónica Zavala (hermana del actual premier) también asesoraron a Odebrecht. Esta historia tiene para rato. Nos vemos el otro martes.