¡Escalofriante hallazgo! La escena del crimen donde fue encontrado sin vida José Miguel Castro Gutiérrez, exgerente de la Municipalidad de Lima y colaborador eficaz en el caso Lava Jato de la exalcaldesa Susana Villarán, revela detalles que han causado conmoción y reavivan las sospechas sobre su muerte.
Castro, hombre de confianza de Susana Villarán y receptor confeso de millonarios sobornos de constructoras brasileñas, fue hallado muerto la mañana del domingo 29 de junio en la casa de su padre, en Lima.
Las fotografías de la escena, a las que accedió la Unidad de Investigación de América Televisión y Canal N, muestran a Castro tendido boca arriba, con un profundo corte de 14 centímetros en el cuello. Su brazo izquierdo extendido a la altura de la cabeza y el derecho sobre el abdomen.
En el lugar se encontraron dos cuchillos al lado izquierdo del cuerpo. Uno de ellos, tipo serrucho de 22 cm, y otro más grande, de 34.5 cm, estaba debajo del lavadero del baño. Llama la atención que ninguno tenía huellas dactilares aprovechables.
El celular del exfuncionario yacía cerca, mientras la puerta del baño estaba entreabierta, obstruida por el pie de la víctima.
Según fuentes policiales, no se hallaron signos de violencia en el resto del inmueble, pero aún faltan peritajes clave para esclarecer si se trató de un suicidio o hay algo más detrás.
José Miguel Castro, de profesión economista, sabía demasiado. Ante la Fiscalía, se preparaba para ser colaborador eficaz en las investigaciones contra la exalcaldesa Susana Villarán, por los aportes millonarios de Odebrecht y OAS a sus campañas del “No a la revocatoria” (2013) y la reelección (2014).
Según el propio Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en Perú, Castro fue quien pidió directamente tres millones de dólares para financiar la campaña de Villarán. “Ella llamó para confirmar”, declaró Barata en 2019, revelando que el dinero fue canalizado a través de cuentas en la Banca Privada de Andorra.
La colaboración de Castro había permitido abrir investigación a más implicados. Según la acusación fiscal, las campañas de Villarán recibieron más de 11 millones de dólares en coimas. El dinero no solo vino de Odebrecht y OAS, sino también de Rutas de Lima y Graña y Montero.
Con su muerte, se va una pieza clave en el juicio más importante que enfrentará la exalcaldesa. Apenas dos días antes de morir, Castro se había reunido con los fiscales Domingo Pérez y Walter Villanueva, para definir si finalmente firmaría el acuerdo de colaboración eficaz.
Castro, además, arrastraba una deuda de casi un millón de soles según reportes de centrales de riesgo. Era hijo del exdiputado y dirigente médico Julio Castro Gómez, figura importante de la izquierda peruana en los años 80, lo que lo vinculaba a un entorno político que también podría haber generado presiones.
Ahora, la Policía de Homicidios y el Ministerio Público tienen en sus manos una investigación compleja, donde cada detalle cuenta. Mientras tanto, la sombra de Lava Jato vuelve a agitar las aguas en la política limeña… y esta vez, con un muerto de por medio.
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