La madrugada de este viernes, ocho implicados en el escándalo de los audios del presidente Martín Vizcarra fueron detenidos de manera preliminar por el Ministerio Público y la Diviac. Entre ellos está la polémica Miriam Morales, Karem Roca y el excéntrico Richard Swing. Frente a esta situación, recordamos la columna del periodista Miguel Ramírez sobre la relación entre el presidente y su mano derecha.
El presidente Martín Vizcarra debe aclarar la presunta influencia y dependencia que tenía sobre él Mirian Morales, la secretaria general de su despacho, quien renunció el sábado.
Morales y Karem Roca, la asistenta personal del mandatario, son las protagonistas centrales de los audios difundidos la semana pasada. Lo que allí se escucha es vergonzoso. El mismo presidente y Morales, en una clara obstrucción a la justicia, coordinan falsas respuestas que darán ante una comisión del Congreso y la Fiscalía, por la contratación irregular del excéntrico cantante Ricardo Cisneros, conocido como ‘Richard Swing’.
Cuando estalló ese escándalo, Vizcarra negó haberse reunido con Cisneros, pero en los audios él mismo admite haberlo hecho dos veces, y sugiere que otras personas asuman esas reuniones.
Desde hace tiempo se sabía que Morales fue la que ordenó que el cantante fuera contratado por el Ministerio de Cultura por S/.140 mil. Ahora resulta evidente que, detrás de esa contratación, estuvo el mandatario.
“Ya, yo renuncio. ¿Y qué van a decir mañana los titulares? “Renunció, ella es la culpable” ¿Y Mirian? La reina de la mentira. Ella es la culpable de todas las cosas que están pasando aquí. Y usted lo sabe”, le dice Karem Roca a Vizcarra en uno de los audios.
Vizcarra acepta la culpabilidad de Morales: “Sí, ella (Mirian Morales) es la culpable. Y va a pagar por su culpa”. Karem Roca lo increpa molesta: “¿Y cuándo, cuando yo me vaya?”.
Mirian Morales era la más poderosa funcionaria del gobierno. Tomaba acciones por encima de los ministros. Varios que le increparon su accionar terminaron fuera del gabinete. “Ella le sabe todo al presidente”, me dice una fuente.
La funcionaria ya había estado involucrada en escándalos, pero Vizcarra la protegía, era intocable. La quiso hacer ministra, lo que ocasionó un enfrentamiento con su esposa.
Hace unos meses se descubrió que Morales había favorecido con empleos y contrataciones a su expareja y padre de su hijo, Jorge Mere, y a su cuñada Claudia Mere. Y el viernes, la revista ‘Hildebrandt En Sus Trece’ reveló la compra de un lujoso penthouse en S/.990,000.
Vizcarra y Morales se conocieron el año 2014. En ese entonces, él era gobernador de Moquegua y ella funcionaria de un organismo público que la envió a resolver un conflicto minero.
¿Quién es esta abogada nacida en Abancay cuya participación en un caso doméstico ha llevado al país al borde del precipicio?
La periodista Rafaella León, en su extraordinario libro ‘Vizcarra, retrato de un poder en construcción’, narra una entrevista que le hizo el 2018. “Parte de su rol era ser desconfiada: cualquiera que buscara llegar al presidente pasaría por su filtro primero. Era su mano derecha. No había reunión del mandatario en la que ella no estuviese presente y tomando nota de todo. Luego organizaba y delegaba”, dice la escritora.
Y agrega: “Vizcarra confiaba en su criterio y se apoyaba en un rol que trascendía lo meramente administrativo: Miriam cogía el teléfono y se comunicaba ministro por ministro para verificar cómo avanzaban procesos, proyectos y soluciones a problemas. El premier estaba en su lista de favoritos del WhatsApp”.
La periodista describe a Morales como una persona que le gustaba la política, estar cerca de la toma de decisiones, tenía ambiciones, era directa, mostraba carácter y conocía el teje y maneje de la negociación de conflictos sociales.
Morales logró insertarse en el cogollo impenetrable del mandatario conformado por su grupo de amigos moqueguanos. “Soy lo más limeño del grupo”, le dijo divertida a la periodista León.
También le confesó que, en ese círculo hermético que ella integraba y propiciaba alrededor del mandatario, ¡no entraba cualquiera!
Hoy el presidente Vizcarra está pagando su error de gobernar con un grupito de amigos, uno de los cuales, su asistente Karem Roca, lo terminó traicionando grabando conversaciones que le traerán consecuencias penales.
La vacancia presidencial forma parte de un plan siniestro de malos políticos que quieren hacer estallar el país. Pero, el mismo día que el mandatario deje su cargo, la justicia tendrá que procesarlo por las graves componendas que urdía con Mirian Morales. ¿Cuántos secretos le guarda su confidente? Nos vemos el otro martes.
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