Conforme pasan los días, van surgiendo más sombras y sospechas de la operación Valquiria VI, que terminó suspendiendo a Patricia Benavides como fiscal de la Nación.
La semana pasada, su abogado Juan Peña, en una entrevista con la periodista Milagros Leiva, de Willax Televisión, hizo una revelación que puede tener el efecto de una bomba atómica. Dijo que Jaime Villanueva, ‘El Filósofo’ —el principal señalador de su patrocinada—, declaró ante la Fiscalía que había destrozado, partido en dos, el teléfono celular a través del cual hizo las coordinaciones, supuestamente ilícitas, a favor de los intereses de Benavides.
Es decir, la prueba del delito no existiría. Ninguna de las autoridades que investigan el caso y participaron en el interrogatorio de Villanueva ha desmentido la versión de Peña.
Desde que se inició el caso, la madrugada del lunes 27 de noviembre, cuando Villanueva y otros dos asesores de Patricia Benavides fueron detenidos, dicho teléfono celular se convirtió en la prueba más polémica y controvertida de la investigación.
Existen razones fundamentadas para su cuestionamiento. Hasta hoy, se han mostrado solo copias de los mensajes que, vía WhatsApp, envió Villanueva, pero no el nombre del receptor y tampoco sus respuestas. El supuesto destinatario es alias ‘Roberto’, quien sería el supuesto agente especial que fue captado por la fiscal Marita Barreto, jefa del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción (Eficcop), para investigar e incriminar a Patricia Benavides.
El tema del celular ahora adquiere ribetes de escándalo puesto que el mismo Jaime Villanueva —el testigo estrella de Barreto y el coronel Harvey Colchado— ha confesado que lo partió en dos, momentos antes de ser detenido.
“Cuando a él (Jaime Villanueva) le preguntan sobre sus equipos telefónicos, señala que el número que tenía lo destruyó, lo partió en dos y que no tiene el teléfono”, contó Juan Peña, el abogado de la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Por cierto, ninguno de los medios que sindican abiertamente a Benavides como culpable, pese a que la investigación formal recién empieza, ha puesto en sus noticias principales la destrucción del celular del ‘Filósofo’.
Como tampoco se ha resaltado otra revelación, también de la periodista Milagros Leiva, que demuestra el mal proceder de la fiscal Marita Barreto, la acusadora de Benavides. Se trata de un acta firmada el 10 de noviembre, dieciséis días antes de que estallara el caso Valquiria VI, por casi la totalidad de los coordinadores de las fiscalías especializadas. En dicho documento, los fiscales expresaron su respaldo a Benavides de retirarle su confianza a Barreto y separarla de su cargo.
En ese momento, Benavides explicó a los fiscales que Barreto no respondía las llamadas telefónicas que le hacía y tampoco asistía a las reuniones que ella convocaba. Hoy ya sabemos que, en esos días de desacato y silencio, Barreto preparaba un sablazo que le asestó a su jefa por la espalda. Este caso depara muchas más sorpresas. Nos vemos el otro martes.
*Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores.