No quiere regresar a Perú. El caso de Alejandro Toledo y su proceso de extradición cada vez se torna más engorroso y la posibilidad de que regrese a Perú parece estar muy lejana. A pesar de que la entrega del investigado estaba pactada para el viernes 21 de abril a las 11 a.m., Toledo Manrique ha presentado un nuevo recurso con el fin de paralizar el proceso de retorno a nuestro país para que responda por el caso Odebrecht.
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Sus abogados, David Bowker y Kelsey Quigley, argumentaron que se debe suspender el proceso hasta que la jueza Beryl A. Howell evalúe su pedido de reconsideración para así evitar su repatriación al Perú.
En ese sentido, ambos se apersonaron hasta la Corte de Columbia, ubicada en el Estado de Carolina del Norte, para dejar una moción de urgencia con el fin de que su patrocinado no sea detenido por las autoridades.
“El señor Toledo ha presentado posibilidad de éxito en los méritos de su moción de reconsideración. Incluso si él no hubiera hecho tal demostración, sin embargo, la Corte debería conceder la suspensión por su moción presenta “serios cuestionamientos legales”, Toledo se expone a un irreparable daño sin la suspensión”, se lee en el escrito.
Toledo no sobreviviría ante una detención en Perú, según sus abogados
Lo argumentado por los abogados es que el sistema de justicia peruano “es peor que el de China, Nigeria y Sudán”, y por ello su patrocinado podría morir en prisión sin siquiera pisar los tribunales para enfrentar el juicio por corrupción.
“Además, Toledo también enfrenta un irreparable daño en Perú. Allí él sufrirá los abusos y violaciones de derechos humanos, incluyendo una prolongada detención y vulneración al debido proceso, así como las duras condiciones de las cárceles humanas. E incluso una cruel, inhumana y degradante trato o peor por parte de las autoridades peruanas. Toledo tiene 78 años, una salud y un estado mental disminuido. Él no podría sobrevivir lo suficiente si es detenido en Perú”, indicaron los letrados.
Como se recuerda a Toledo Manrique se le imputa haber recibió US$35 millones en coimas por parte de la empresa Odebrecht a cambio de concederle la construcción de la carretera Interoceánica durante su mandato (2001-2006).
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