Un mototaxista que trabajaba de manera informal fue intervenido por las autoridades de Surco y, en su desesperación para que no le quiten su unidad ni la lleven al depósito, no tuvo de otra que tirarse al piso para abrazar la llanta izquierda por varios minutos. El sujeto también rogó, pero estaba en falta al carecer de todos los permisos y el SOAT, necesarios para ofrecer el servicio de transporte público.
La intervención ocurrió en la cuadra tres de la avenida Los Próceres. El chofer, que se resistió a identificarse, fue intervenido por agentes de la Subgerencia de Fiscalización de Surco. Sin dudarlo, se lanzó a la pista y cogió el primer neumático de su vehículo menor. También lloró pidiendo perdón por haber ingresado al distrito. Confesó que provenía de San Juan de Miraflores, pero carecía de los protocolos COVID de limpieza para llevar pasajeros.
El muchacho aseguró que días atrás había perdido todos sus documentos y que su papá había empezado los trámites para renovarlos.
El lloriqueo no le sirvió de nada al chofer porque finalmente su mototaxi fue llevada al depósito municipal.