
Marvin Costilla Fernández tenía 36 años, era contador, esposo y padre. El último jueves que regresó a casa, abordó una combi en Santa Anita sin saber que sería su último viaje. En un video captado por cámaras de seguridad se ve el momento exacto en que es expulsado del vehículo en movimiento. Su cuerpo impactó violentamente contra la pista.
Herido de gravedad, Marvin fue llevado al hospital Hipólito Unanue. Luchó por su vida durante seis días, pero no resistió. La causa de muerte: un fuerte traumatismo craneal. Su familia, devastada, no acepta que se trate de un simple accidente.
“Mi esposo era un hombre alegre, trabajador, que vivía para su familia”, dijo entre lágrimas su esposa, Fiorella Torres. “Queremos justicia. Él no se cayó solo. Lo sacaron de esa combi y lo abandonaron.”
Su hijo Sebastián, aún impactado, pidió que el conductor no quede impune. “Mi hermana pequeña pregunta por papá. No sabe que no va a volver”, relató.

FAMILIA INVESTIGÓ POR SU CUENTA
La familia no se quedó de brazos cruzados. Ellos mismos revisaron cámaras, buscaron placas y dieron con la unidad involucrada: una combi con matrícula W1F-722. “La reconocimos por las luces internas y la posición de la placa. Llevamos todo a la comisaría”, contó Frandy Costilla, hermano de la víctima.
Sin embargo, su esfuerzo no tuvo eco. Denuncian que los agentes no registraron de inmediato la entrada de Marvin al hospital ni actuaron con urgencia. “Recién cinco días después enviaron el informe a la Fiscalía”, acusan.
En paralelo, lograron acceder a grabaciones clave. En ellas, se observa cómo Marvin cae de la combi, que circulaba con la puerta abierta. El chofer, lejos de detenerse o auxiliarlo, continuó su ruta como si nada.
“Lo abandonaron como a un animal. No fue un accidente. Fue homicidio por negligencia”, declaró la hermana del contador.

BUSCAN AL CHOFER Y TESTIGOS
Mientras la Policía guarda silencio, la familia sigue en pie de lucha. Han pedido a los vecinos de Santa Anita y a eventuales pasajeros de esa combi que se presenten a declarar. “Si alguien estuvo ahí, si vio algo, por favor, que hable. Lo necesitamos para esclarecer la verdad”, suplicó Frandy.
El hecho ocurrió en el cruce de las avenidas Chancas con Imperial, una zona transitada. Según testigos, el vehículo iba a alta velocidad y con exceso de pasajeros, algo común en los colectivos informales que circulan sin control.
El conductor, hasta ahora no identificado oficialmente, seguiría trabajando libremente. “No puede ser que este sujeto siga manejando como si no hubiera matado a nadie”, reclamó la viuda.
Mientras tanto, el recuerdo de Marvin permanece vivo en su familia. Un hombre bueno, un padre presente, un profesional responsable. “Luchó por vivir hasta el final”, dice su esposa. Ahora, ella y sus hijos luchan por justicia.