Como en la comodidad de su hogar. Los presos del penal Ancón I, en donde no hay teléfonos públicos debido a la alta peligrosidad de los internos, sí cuentan en cambio con una red de internet de alta velocidad para continuar dirigiendo sus bandas criminales de extorsión.
Así lo reveló un reportaje del programa Cuarto poder, luego de que se filtrara un audio en el que uno de los convictos, identificado como Jhon Zafra Espinoza, se quejaba de la falta del servicio en algunos pabellones.
Esto pudo darse a conocer tras una requisa en el centro penitenciario, en la cual se halló en el poder de Zagra una agenda de sus víctimas de extorsión. El empresario gastronómico Javier Vargas era una de estas víctimas, a quien le exigían el pago de 10 mil soles para no atentar contra su vida.
En el cuaderno también se encontraron los números de empresas, clínicas, iglesias, constructoras y hasta la orquesta Armonía 10. En suma, hasta 100 compañías a las que Zafra llamaba para extorsionar.
La Fiscalía investigó que el acceso a la red de alta velocidad se tiene desde hace 3 años en el penal de Ancón I y están involucrados trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
Uno de los sindicados en esta mafia es el ingeniero Juan Huaringa, quien cobraba a las familias o presos por tener conexión sin restricciones. Depósitos que eran realizados la mayoría de las veces al hijo de ingeniero.
Él fue el encargado de hacer el desmontaje de torres y antenas correspondiente al sistema de radioenlaces de la sede central del INPE.
Los fiscales detectaron que se comunicó más de 20 veces desde julio del 2023 a marzo del 2024 con el ingeniero Glen Lázaro Guzmán, quien, según su perfil profesional, se desempeña como coordinador de servicios de tecnología de información del INPE.
También se hallaron llamadas entre Juan Huaringa y Luis Pérez Adriano, quien trabaja en el Área de Redes y Telecomunicaciones en la sede central del INPE.
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