
EL CERCO SE ESTRECHA. Y con cada detención, la red que protegía a Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, comienza a desmoronarse. Nuevas investigaciones revelan que no actuaba solo. Detrás del temido cabecilla de ‘Los Injertos del Norte’ operaba una estructura secreta: familiares, allegados y hasta un policía en actividad se habrían encargado de recibir y movilizar el dinero obtenido mediante extorsiones, manteniéndolo oculto y a salvo fuera del país.
Una pieza clave en esta maquinaria era Claren Grace Bados Neyra. Su rostro fue difundido por primera vez el pasado 26 de marzo, cuando fue capturada. En ese momento, se la identificó como la “cajera” del prófugo. Hoy, se sabe que fue mucho más que eso: una de las principales receptoras y coordinadoras del flujo ilícito de dinero que mantenía a El Monstruo prófugo y protegido en el extranjero.
Pero Grace no operaba sola. Las transferencias se hicieron también desde cuentas de su padre, su hermana, su tío y hasta de la madre de Moreno Hernández. La Policía ha rastreado los movimientos y encontrado una pista clara: más de 487 mil soles y 9 mil dólares enviados entre 2022 y 2025 a Bolivia, Paraguay y Brasil, donde el criminal se escondía.

RED FAMILIAR DE APOYO Y COMPLICIDAD
El informe de inteligencia es contundente. Entre las personas que transfirieron dinero a Erick Moreno están Daniela Gutiérrez Jabo, quien le giró 74 mil soles a través de cuentas en Bolivia, Paraguay y Argentina. Su familiar, Alejandro Castro Jabo, le envió más de 50 mil soles cuando el prófugo ya se encontraba en Paraguay.
La red no termina ahí. Beverly Bados, hermana de Grace, transfirió 4 mil soles y 300 dólares cuando El Monstruo se encontraba en Bolivia. Su tío, Fernando Bados, le giró más de 3 mil soles y su padre, Willian Bados, nada menos que 54 mil soles. La madre del criminal también aparece en las indagaciones como receptora y facilitadora del dinero ilícito.
Además, según la Policía, Julio Corzo Aroni transfirió 20 mil soles producto de extorsiones a una empresa de transporte. Más grave aún es el caso de Georgi Araujo Alva, un policía en actividad del Depincri Carabayllo, señalado por un agente especial como parte de la red de apoyo económico del prófugo.

HUIDAS, CIRUGÍAS Y VIDEOS DESDE EL EXTRANJERO
Erick Moreno no solo se escondía: desafiaba. En videos grabados en el extranjero y enviados al Perú por Claren Grace Bados, se le ve burlándose de la policía mientras sostiene fajos de billetes. “Busquen bien, policías, aprendan a buscar. El territorio peruano es grande como para irme...”, dice en uno de sus mensajes más provocadores.
Su último paradero confirmado fue una casa de campo en Paraguay, desde donde huyó junto a una mujer —presuntamente su pareja— rumbo a São Paulo. Para despistar a las autoridades, se habría sometido a varias cirugías estéticas: cabello rojizo, barba, pómulos afilados y nariz reducida. Pero su voz lo delata. Y sus aliados, uno a uno, están cayendo.
Operativos en Brasil han estado a punto de capturarlo, especialmente en zonas dominadas por el Primer Comando de la Capital (PCC), organización criminal que lo protege y a la que ahora le rinde cuentas por vender droga en su territorio.

LA CAÍDA SE ACERCA
Los investigadores están convencidos de que su red de apoyo ya no es la misma. Con sus recursos económicos bloqueados, su rostro identificado y sus operadores financieros tras las rejas, la caída de El Monstruo de Lima Norte parece solo cuestión de tiempo.
Actualmente, es el extranjero más buscado de Brasil, señalado incluso por la presunta muerte de un sargento durante un operativo en São Paulo. La Policía peruana sigue coordinando con sus pares brasileños, mientras la Fiscalía Contra la Criminalidad Organizada avanza en las acusaciones contra los cómplices que, con cada depósito, le daban oxígeno para seguir huyendo.
Desde Lima hasta São Paulo, las pistas del dinero van marcando el camino. Y tarde o temprano, la cacería dará resultado.