Andrés Avelino Cáceres Valverde (53) dijo a la policía que contrató a dos venezolanos para que le den una paliza a su hermano Gabriel Cáceres Valverde (54), a quien finalmente terminó asesinando de un balazo y luego enterró en un depósito en su propia vivienda, en Independencia.
Durante dos horas, Andrés Cáceres, quien usa muletas porque tiene una malformación de nacimiento en las piernas, confesó al detalle el brutal y horrendo crimen. Dijo que días antes fue al paradero ‘La 50’ en la avenida Túpac Amaru y le pagó 3 mil soles a dos extranjeros. Les dijo: “Quiero que le den una paliza a mi hermano. Les voy a pagar 3 mil soles” y les dio la dirección de dónde tenían que ir.
El día escogido fue el martes 26 de enero. A la 1 de la tarde, Gabriel había salido a comprar y llegó a su casa. Subió la escalera y desde el segundo piso, su hermano Andrés, lo llamó. Apenas cruzó la puerta de la casa de su pariente, los dos extranjeros lo golpearon y taparon la boca con un trapo para que no grite. Andrés le disparó en la espalda y le quitó la vida. Enseguida lo amarraron con cinta de adhesiva de pies y manos y metieron al depósito (debajo de la escalera del segundo piso). Luego lo enterraron con arena y cemento.
Contó a los detectives de Depincri Independencia que compró la pistola a 700 soles en el mercado informal de ‘La 50’ y tras el crimen, la arrojó en la calle. Solo se quedó con la cacerina que la escondió detrás del repostero de la cocina y fue hallada por los detectives de la División de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Dirección Contra la Trata de Personas (DIRCTPTIM), quienes inicialmente llevaron a cabo las investigaciones de desaparición de Gabriel Cáceres Valverde (54), desde el 2 de febrero, fecha en que Marcia Viza, prima-hermana de los Cáceres Valverde, fue a denunciar la desaparición de su pariente ocurrida el 26 de enero.
“Él ofreció una chocolatada para los niños del sector y llevó canastas a los pobladores de los asentamientos humanos de los cerros de Tahuantinsuyo. Era encargado de la Fundación Cáceres, que creó con sus hermanos para fomentar el deporte en el barrio”, dijo Marcia Viza Valverde, prima hermana de Gabriel y Andrés.
Se cree que el brutal crimen fue por la administración de los locales familiares, negocios de los 14 hermanos, que estaban en poder de Andrés Avelino Cáceres y que desde noviembre del 2019 pasó a manos de Gabriel Cáceres Valverde.
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