SIN REMORDIMIENTOS. En marzo del 2017, Ana Lucía Carranza Chiara de 21 años protagonizó uno de los casos más espeluznantes de los últimos años. La joven asesinó a sangre fría a Luis Sergio Ramírez Santos de 19 años, a quien conoció con Tinder.
Todo inició un año antes, cuando ambos jóvenes se conocieron por la App de citas y tras un tiempo conversando, ambos decidieron verse en persona, ese día Ana Lucía invitó a Luis a su casa y finalmente ambos tuvieron relaciones sexuales.
No obstante, luego de ello, Ramírez dejó todo ahí y no quiso una relación con ella, ya luego de un año la mujer vuelve a contactarlo y le proponer verse otra vez y él acepta.
Ana Lucía se coludió con su entonces pareja Aníbal Augusto Chalco, a quien también conoció en Tinder, para asesinar a Luis Sergio Ramírez.
Al ingresar a la casa, Chalco golpeó a Luis con una espada comenzando a desangrarse. El joven fue torturado por varias horas por sus captores.
“Cuando se estaba desangrando ahí, yo lo torturé (...) Yo le saqué la sangre y en ese pote fui drenando (la sangre). Se coaguló. Parecía gelatina. Yo con mis manos la fui disolviendo. Fueron como cuatro de esos que boté”, confesó Chalco.
Un dato extraño del caso es que la víctima, durante todo el transcurso de la tortura, no se defendió. “Acá lo raro es que no ha habido defensa de la víctima, el joven Ramírez”, manifestó el jefe de la Dirincri en aquel entonces.
Según Ana Lucía, Luis quería morir e incluso les decía que tenían que cambiar de estrategia porque así no iba a perder la vida.
“Entonces, con una tijera abrí el torniquete y ahí él dijo que quería morir desangrado, que se sentía muy rico. Así decía (...) Quería que le saquemos toda la sangre (...) Él decía no, no voy a morir de esta forma. Falta bastante decía”, comentó la homicida.
Asimismo, enfatizó que él mismo dijo que hace un tiempo había intentado suicidarse. “Ya luego se estaba riendo y decía muchas incoherencias. Le daba igual todo. Decía que le hubiese gustado morirse (...) Luego le dijimos, ¿te asfixiamos? Ya. Ya da igual. (Él) quería que lo maten”, narró.
Finalmente, Luis falleció por asfixia y sus captores embalaron su cuerpo para tirarlo. “Lo habíamos rellenado (las bolsas) para que no parezca que era una persona (...) Lo pinté con spray y luego lo metí en la bolsa. Primero lo paré”, contó Chalco.
Pese a que Luis ya había muerto, los jóvenes extorsionaron a su familia exigiendo un rescate de 20 mil soles, logrado que le paguen 1 500.
Ana Lucía Carranza tiene alteraciones mentales, en el 2018, intentó fugarse de Santa Mónica con La Gata, pero no lo logró y fue reubicada en el penal Concepción de Junín, una cárcel de máxima seguridad, ubicada sobre los 3.283 m.s.n.m.
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