Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por lomito al jugo servido con arrocito y rocoto molido. Para tomar, pidió una jarrita de jugo de piña. “María, en estos tiempos modernos la gente consigue parejas de distintas maneras, cada vez más alejado de lo tradicional. Antes, uno se enamoraba de la gente del barrio, en el colegio, la universidad o el trabajo. Y si no, de alguien vinculado a estos círculos.
Eso garantizaba que la persona elegida podía ser rastreada en su pasado. Así, era difícil toparse con un psicópata o un asesino en serie. Pero la vida en una gran ciudad como Lima lo ha cambiado todo. Y más porque los jóvenes de ahora deciden estar solos, viajar, cumplir sus sueños profesionales antes de amarrarse a una relación.
Por eso muchos recurren a aplicaciones en Internet como Tinder, para conocer personas y entablar un noviazgo. Pero mucho cuidado con esto. Sino, fíjense lo que le pasó a un joven limeño, quien denunció que una escultural joven colombiana a la que conoció por Tinder lo ‘pepeó’ en su departamento de San Isidro y le robó pertenencias por doce mil dólares.
La víctima compartió un video en sus redes sociales para que nadie más caiga ‘víctima de sus encantos’. Según dijo, tras ingresar a la vivienda se pusieron a tomar unos tragos. Es lo último que recuerda. Las cámaras de seguridad del edificio registraron el rostro de la ladrona y el momento en que se llevaba las cosas. Ella tiene un tatuaje en el abdomen superior y otro en el brazo derecho. Algunos consejos de los que saben:
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