Se salvó de milagro. Frederick Yáñez (38), un venezolano que trabaja como taxista por aplicativo, conducía tranquilo el vehículo que alquilaba hasta que fue interceptado por sicarios que realizaron 17 disparos, de los cuales solo le cayeron dos. Ahora, se encuentra hospitalizado.
El atentado fue a las cuatro de la madrugada en el asentamiento humano Valle Verde, un camino de tierra que conduce a las playas de Ventanilla. Según testigos, los pistoleros llegaron en una motocarga y, tras cerrarle el paso, dispararon cinco veces al parabrisas delantero.
También efectuaron un disparo a la luna lateral, al capó y otro al tanque de combustible. “Quizás dispararon allí con la intención que vuele en pedazos”, dijeron lugareños.
Amparados por la oscuridad de la noche, los pistoleros huyeron mientras efectuaban tiros al aire para que nadie salga a enfrentarlos.
Yáñez fue herido en la pierna y brazo izquierdo y fue llevado al hospital Daniel A. Carrión. La Policía presume que una mujer sería el móvil del ataque.
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