“¡Púdrete en el infierno!”, “¡maldito, vas a pagar lo que has hecho!” y “¡cadena perpetua!”. Esas y otras frases más le gritaron a Anderson Carlos Portas Huamán (29), ‘Pollo’ o ‘Charqui’, ayer cuando retornó a la casa de San Martín de Porres, donde el 3 de diciembre del 2022 asesinó de treinta cuchilladas a su expareja María Elena Espinoza Vílchez (24) porque no quería regresar con él.
Pero su maldad no quedó ahí, pues ese mismo día, minutos después, también mató de cuatro cuchilladas a Maricielo, una niña de 7 añitos, hija de María Elena, para que no lo delatara pues lo conocía.
Este sujeto, que trabajaba como mototaxista en Cañete, perpetró tal barbarie en el segundo piso de una vivienda situada en la avenida Pacasmayo, urbanización Manzanares.
Desde entonces estuvo en libertad, hasta que la semana pasada el Poder Judicial dictó una orden de detención preliminar en su contra por el delito de feminicidio.
Policías de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri lo arrestaron y ayer realizaron la reconstrucción del caso.
Justina Vílchez, madre de María Elena y abuela de Maricielo, llegó al lugar y no pudo contener el llanto.
“Nosotros vivíamos en Cañete. Allá, mi hija tuvo una relación con este sujeto, pero él la empezó a agredir. Una noche la quiso ahorcar, pero yo llegué y la salvé. Luego la secuestró por dos meses. En ambos casos pusimos la denuncia. Él era celoso, no la dejaba ponerse un escote, ni peinarse”, contó a Trome.
Para vivir en paz, María Elena vino a vivir a San Martín de Porres, pero aquí encontró la muerte. Sus dos gemelitos también estaban en casa, pero ‘Pollo’ no los atacó.
La diligencia, al grito de “¡queremos justicia!” por parte de los deudos, fue custodiada por agentes Grecco con fusil en mano.
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