
Las cámaras captaron sus rostros. El 14 de mayo pasado, Mary Andreína Farías Torres, una joven venezolana de 39 años y madre de cinco hijos, fue vista por última vez con vida cuando dos técnicos de internet ingresaron a su habitación en San Bartolo para hacer una instalación. Doce horas después, la mujer apareció llorando, descalza, con la ropa desordenada y la voz temblorosa. En las imágenes se le escucha gritar: “¡Los voy a denunciar!”. Minutos más tarde, fue atropellada por una minivan en la que los sujetos huían. Murió en el acto.
La tragedia no fue un accidente. La Policía Nacional ha identificado a uno de los involucrados: Rubén Darío Cueva Velásquez, de 31 años, natural de Arequipa. Fue captado por las cámaras ingresando al cuarto de Mary Andreína, vestido con un chaleco reflectivo. Según testigos, salió a las 10:47 de la noche con las botas en la mano, apurado, mientras su compañero lo esperaba en el vehículo. Ambos escaparon segundos después del atropello.
El Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Lurín solicitó y obtuvo una orden de detención preliminar por siete días contra los dos técnicos implicados en el homicidio. Uno de los investigados es Cueva Velásquez.

El otro, presuntamente, es Jean Carlos Montero Huaylinos, quien habría adquirido la minivan utilizada en la fuga por S/5300, dos días antes del crimen. Así lo reveló un acta notarial de transferencia enviada por Manuel Junior Zela Huarcaya, el anterior dueño del vehículo.
Los peritos del Ministerio Público ya realizaron la necropsia y los resultados serán clave para confirmar o descartar si la joven también fue víctima de abuso sexual durante las doce horas que pasó con los técnicos en su habitación.
MADRE DE CINCO NIÑOS
Mary Andreína era una mujer luchadora que llegó al Perú hace cinco años en busca de un mejor futuro para su familia. Trabajaba como jefa de cocina en un restaurante de la zona y enviaba todo lo que ganaba a sus hijos y a su madre en Venezuela. En el Perú no tenía familiares, y hoy su cuerpo permanece en la morgue mientras sus amigos buscan ayuda para repatriarlo.

Tanto la empresa PC Telecom, contratista de los técnicos, como Claro, el operador del servicio, confirmaron que los trabajadores fueron separados y denunciados penalmente. Ambas compañías activaron sus protocolos y ofrecieron apoyo a la familia de la víctima.
La Policía ha regresado al inmueble para recabar más pruebas, mientras la Fiscalía mantiene la investigación en reserva. La hipótesis de una agresión sexual sigue sobre la mesa. La secuencia de videos, el testimonio de testigos y los resultados forenses serán fundamentales para esclarecer el crimen.
Mientras tanto, la familia de la víctima y sus amigos claman justicia y la captura inmediata de los responsables, quienes hasta el cierre de esta nota seguían prófugos.