El peligro de fuga y la no acreditación de una condición de inimputable fueron dos elementos que consideró hoy en su resolución el Juzgado Penal de Turno de la Corte Superior de Justicia (CSJL) de Lima a la hora de dictar nueve meses de prisión preventiva contra Álvaro del Río Correa. La fiscalía lo investiga como presunto autor de homicidio calificado en agravio del suboficial PNP Pedro Anchante, y por homicidio calificado en el grado de tentativa contra el suboficial PNP Junior García. El primero murió el último viernes al recibir dos impactos de bala en el interior de la comisaría de Orrantia, en San Isidro.
Sobre los presupuestos para dictar la prisión preventiva, la sala hizo hincapié en que existe un “peligro de fuga”, pues el imputado podría buscar sustraerse de la acción de la justicia. Asimismo, la jueza estimó que la sentencia estimada sería entre los 25 y 28 años de pena de cárcel, es decir supera ampliamente los cuatro años que se requieren como mínimo para dictar esta medida restrictiva.
La defensa de Del Río Correa había solicitado en la audiencia que no se abra instrucción a su patrocinado y por el contrario sea internado en un centro de salud por su condición de “inimputable”; sin embargo, la sala señaló que esta situación “no esta acreditada fehacientemente” por un informe médico, por lo que no es posible la medida de internamiento.
“Es una persona alterada, confrontacional, con reacciones de enojo, (lo que dice) no tiene relación con lo que se le pregunta, es irritable en sus emociones (...) viene siendo atendido por más de diez años en el Larco Herrera”, señaló la abogada.
Sin embargo, la jueza anotó que sus propios padres no argumentaron la inimputabilidad de su hijo cuando lo denunciaron por agresiones en junio último. Además, mencionó que Del Río fue dado de alta de un hospital psiquiátrico en mayo pasado.
“Si le dieron de alta sin autorización de los padres es porque no es inimputable”, señaló la magistrada.
Su abogada llegó a decir que mientras se desarrollaba la audiencia la madre y hermana de su cliente se encontraban en el hospital Larco Herrera a la espera de dicho informe.
En otro momento la abogada de Del Río señaló que tras la detención de su patrocinado el viernes pasado, la madre de este advirtió a los efectivos policiales que lo intervinieron que no le quiten las esposas pues su hijo es una persona violenta. Incluso, cuestionó que su defendido haya podido disparar contra el efectivo policial cuando era custodiado por tres agentes.
A su turno el representante del Ministerio Público señaló que si bien había solicitado la historia clínica del procesado, esta no había sido recibida.
No obstante, consideró que no hay indicios de que este sufra alteraciones mentales pues estaba consciente de lo que hacía en todo momento. “Se resistió a ingresar a la sala de meditación de la comisaría, ¿cómo entonces pudo coger el arma y apuntar también al otro efectivo policial?”.
También mencionó que este dio su nombre completo y número de DNI, y que una persona que no esta en sus cabales “no se acordaría de esta información, pues un inimputable no se da cuenta de la realidad”.
En un momento de la audiencia la sala dejó intervenir a Álvaro del Río, quien señaló que en los últimos años se le ha diagnosticado esquizofrenia, trastorno obsesivo compulsivo, psicopatía y bipolaridad.
“Lo de la policía es show”, dijo. La juez pidió que se le apague el micrófono pues no estaba aportando con su intervención.
La jueza también consideró en su resolución que “no se tiene la certeza de cuál es el domicilio” del imputado, pues si bien su defensa señaló que vivía con sus padres, en la denuncia de junio último contra él sus propios progenitores indicaron que este tenía otro domicilio.
Otros elementos mencionados en la audiencia virtual es que Del Río Correa no acredita arraigo laboral y no ha colaborado con la investigación guardando silencio.
La resolución de prisión preventiva fue apelada por la defensa de Del Río, mientras que el fiscal del caso expresó su conformidad.
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