No fue una noche de paz ni de amor. José Mariano Antaurco Arieta (25) llegó de Argentina para pasar las fiestas navideñas con sus seres queridos, en especial con la mujer que lo crio desde pequeño y a la que quería como una madre. Con ellos tomaba y bailaba en la puerta de su casa, en Comas, hasta que aparecieron dos pistoleros en moto lineal y lo acribillaron de cuatro balazos. Murió en el hospital.
Según testigos, en la amena reunión por Navidad, los disparos se confundieron con pirotécnicos que reventaban y el alto volumen de la música villera que escuchaban la víctima y acompañantes.
La alegría desbordaba la vivienda ubicada en la cuadra cuatro de la calle Carlos Moore, asentamiento humano Año Nuevo, hasta que a las 3:30 de la madrugada todo se interrumpió de manera sangrienta.
Dos sujetos en una moto roja llegaron al frontis del predio, pero solo uno descendió y se acercó a José Antaurco. Sin decir palabras, le disparó a quemarropa dos veces en el abdomen, una en el tórax y otra en la pierna izquierda. Todos con orificio de entrada y salida.
Incluso algunos disparos fueron hechos cuando el joven ya estaba en el piso. Los asesinos huyeron en segundos y a velocidad.
La víctima fue llevada por su hermano gemelo al hospital Sergio Bernales de Collique. Allí murió.
“Ha sido en el patio de la entrada. Dicen que fueron los ‘chamos’. Él vivía allá (Argentina). Su madre radica allá. (Él) Vino acá por mi mamá, ella lo crio. Vino a pasar las fiestas con mi madre, que él también considera como la suya”, dijo su tío Eduardo.
La Policía indaga qué problema tuvo en este lapso en el país. “Llegó hace tres meses y se iba después de fiestas porque tenía planes de trabajo con un ingeniero que lo habría contratado para hacer un edificio”, precisó el pariente.
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