Miguel Ángel Castello Rodríguez (20), ‘Flash’, y Fernando Enrique Villareal Fernández (18), ‘Achorao’, que serían de la banda ‘los marcas de Buenos Aires’, fueron atrapados cuando intentaban asaltar a un empresario, que retiraría una fuerte cantidad de dinero de una entidad bancaria, en Chorrillos.
Los agentes de la comisaría de Mateo Pumachaua y Depincri de Chorrillos, los persiguieron desde la avenida Guardia Peruana y los atraparon en la calle 28 de julio, en el asentamiento humano Buenos Aires de Villa. Usaron una moto lineal robada. Ellos tienen antecedentes por varios delitos.
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“Estos sujetos solo esperaban la orden del ‘derrotero’ (contacto) que le iba a dar la ‘llamada ganadora’ (como le llaman los delincuentes) para asaltar al empresario que iba a salir del banco con una fuerte cantidad de dinero. Fueron perseguidos varias cuadras y acabaron detenidos. ‘Flash’ tenía un revólver y tiene antecedentes por varios delitos. Por el día eran ‘marcas’ y en las noches salían a cometer robos en modalidad de ‘raqueteo’. Ellos pertenecerían a la banda ‘Los Rápidos de Buenos Aires’ y usaban una moto lineal robada”, informó el coronel PNP Walter Palomino, Jefe de la División Policial Sur 2.
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El carpintero Simón Ortega Goezueta (45), fue asesinado a machetazos, frente a la casa de una mujer, que sería su amante, en Chorrillos.
El también padre de familia, de tres hijos, asistió a una fiesta en el local comunal en el asentamiento humano San Genaro II. Salió a las 4 de la madrugada y en lugar de irse a su vivienda, donde lo esperaba su hijo mayor de 20 años, se fue rumbo a la casa de la que sería su amante, cerca del local, en la mz. D-2.
Ya le faltaba poco para llegar a la casa de la fémina cuando fue perseguido por un sujeto que lo alcanzó y ambos empezaron a pelear.
La víctima agarró un palo para defenderse, pero el agresor lo atacó con un machete en la cabeza. Le hizo un profundo corte y continuó con el ataque a pesar que estaba ya muerto.
“Mi esposo se fue a una fiesta en el local comunal en San Genaro II y salió en la madrugada. Fue atacado cerca de la casa de ella. Ellos tenían una relación y dejaron de verse. Parece que él volvió a las andadas, dijo Silvana Poppe, esposa de la víctima, quien incluso fue injustamente amenazada por los familiares de la ‘manzana de la discordia’.
Simón Ortega, vivía con su esposa y tres hijos en el asentamiento humano San José II, cerca del lugar.
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