Lo que empezó como una intervención de rutina en San Isidro terminó desatando una cadena de violencia pocas veces vista en plena avenida Javier Prado. Esta mañana, durante un operativo de fiscalización de la ATU, un colectivero fue detenido por no contar con documentación para brindar el servicio. Su vehículo acumulaba más de un millón 300 mil soles en multas y debía ser llevado al depósito.
La miniván fue subida a una grúa, pero no avanzó mucho. A través de grupos de WhatsApp, otros colectiveros de la zona se alertaron rápidamente y comenzaron a movilizarse para interceptarla. No tardaron en aparecer.
Aún dentro de San Isidro, varios de ellos cerraron el paso de la grúa y atacaron a los cuatro fiscalizadores que viajaban a bordo. En un video registrado por testigos se observa cómo los agreden y los obligan a bajar en medio de los gritos y el caos. La intención del grupo era clara: recuperar el vehículo a toda costa.
Los colectiveros intentaron cortar la correa de lona que sujetaba la miniván, pero no lograron desprenderla. Aun así, siguieron avanzando junto a la grúa, aprovechando las interrupciones del tráfico para acorralarla y hostigar a los trabajadores de la ATU que intentaban resguardar la unidad.
Pese al tumulto y los riesgos, la grúa continuó su trayecto hacia San Borja. La situación se volvió cada vez más tensa mientras los informal es seguían coordinando y desplazándose por la avenida Javier Prado.
Ya en la subida hacia la rampa de la avenida San Luis, el escenario se volvió aún más peligroso. Dos vehículos se detuvieron bruscamente y de ellos bajaron siete sujetos, quienes sin dudarlo comenzaron a rociar gasolina sobre la miniván que estaba asegurada a la plataforma.
Las llamas se propagaron en segundos y envolvieron la carrocería. La parte posterior de la grúa también resultó dañada y quedó chamuscada por el fuego. El caos paralizó el tránsito y sembró el miedo entre los conductores que no podían avanzar ni retroceder ante el incendio repentino.
El chofer de la miniván, que había iniciado todo al ser intervenido sin documentos, aprovechó la confusión y escapó de la zona. En pocos minutos, el vehículo quedó completamente envuelto en fuego mientras testigos llamaban a los bomberos.
La PNP llegó para asegurar el área y recoger testimonios. Según las primeras diligencias, el caso está siendo investigado como delito contra la vida, el cuerpo y la salud debido a las agresiones contra los fiscalizadores y al ataque coordinado para quemar la unidad.
Las autoridades revisan los videos grabados por transeúntes para identificar a los siete sujetos que participaron directamente en el incendio y a los colectiveros que interceptaron la grúa desde San Isidro.
La miniván quedó totalmente destruida. La grúa, dañada. Y la ciudad, nuevamente, atrapada entre la informalidad y la violencia desatada a plena luz del día.
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