Francisco Atoche Hernández, presunto culpable de la muerte de una adolescente de 13 años y su madre, cuyos cuerpos fueron hallados carbonizados en un descampado de Jicamarca, fue capturado por la Policía Nacional.
El cabo del Ejército Peruano, Francisco Atoche Hernández, habría sido la última persona que vio con vida a ambas mujeres, pues se habría encontrado con ellas para llegar a un acuerdo tras la acusación de violación que pesaba sobre él, pues habría ultrajado y embarazado a la menor en el mes de junio.
Francisco Atoche Hernández fue puesto a disposición de la Dirincri donde se llevará a cabo la interrogación y conocer detalles del asesinato de ambas mujeres.
En tanto, la familia de las víctimas pide que las autoridades actúen con mano dura y le den cadena perpetua por el salvajismo con la que actuaron contra las desaparecidas mujeres.
Los familiares, hace unos días indicaron que, desde la mañana del sábado, vienen recibiendo misteriosas llamadas donde los amenazan con matarlos si siguen haciendo público este caso.
“Nos han llamado tres veces. Primero lo hicieron cuando estaba en la Morgue y era la voz burlona de un hombre. Luego volvieron a comunicarse con nosotros y nos dijeron que nos podría pasar algo si seguíamos hablando”, contó Marjorie Mattos Angulo (33), hija y hermana de las fallecidas.
Francisco Atoche Hernández (20), principal sospechoso de los crímenes, hizo abandono del servicio de su unidad, en el Cuartel General del Ejército (Pentagonito) en San Borja, luego de encontrarse los cuerpos calcinados de madre e hija.
Según los deudos, Francisco Atoche violó a Génesis H.A. el 5 de junio en el colegio de San Juan de Lurigancho donde Luz Angulo era guardiana.
La menor resultó embarazada y su madre advirtió al militar que lo denunciaría ante las autoridades. Así, el sujeto las citó para conversar el último miércoles, las dos salieron a su encuentro y fue la última vez que las vieron con vida.