La venganza o un ajuste de cuentas serían la razón por la cual dos sanguinarios pistoleros desataron el terror en el Mall Aventura de Santa Anita. Ellos dispararon a mansalva en el interior de una conocida pollería e hirieron a tres comensales, entre ellos una niña de ocho años de edad.
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A las 10:25 de la noche del martes, dos sujetos bajaron de una moderna camioneta negra con lunas polarizadas que se estacionó a 200 metros del centro comercial. Los sicarios, uno con casaca negra y el otro de celeste, cruzaron la pista.
Al llegar a la reja perimétrica del mall, dispararon a la pollería Norky’s.
En el feroz ataque, el exrecluso José Lorenzo Mayanga Ibarra (35) fue herido en el abdomen y tórax.
La contadora y comerciante de medicina natural, Mari Cruz Quispe Ogosi (34), recibió tiros en el tórax, mientras que su hija de ocho años en el hombro y mano derecha.
Yuri Cárdenas, padre de la niña y otros clientes, resultaron ilesos de forma milagrosa.
“Fuimos al centro comercial y a la pollería por el Día de San Valentín”, dijo el hombre. Los heridos fueron llevados al Hospital Hipólito Unanue.
Uno de los asesinos por encargo huyó a pie y su cómplice en la camioneta negra en que llegó.
La Policía investiga si el atentado estaba dirigido contra José Mayanga, quien registra vida delictiva. Estuvo preso, tenía requisitorias y fue denunciado por la muerte de su expareja Cynthia Pachas Puja. También por robo agravado y hurto en casa. Investigan una posible venganza y no se descarta el ajuste de cuentas.
José Lorenzo Mayanga Ibarra, de 36 años, quien sobrevivió al demencial ataque en el Mall Aventura Plaza de Santa Anita, tiene un amplio prontuario como lo tuvo el fallecido Israel San Román Doroteo, ‘La Tota’, asesinado junto a su esposa, papás y dos hijos en San Miguel.
Según los archivos policiales, Mayanga cayó en el 2011 por robo agravado y al año siguiente fue enviado por un juez al Penal Miguel Castro Castro de Canto Grande, tras ser condenado a tres años de prisión.
Esto no le hizo abandonar sus costumbres, pues el 2015, tras salir libre, fue capturado y acusado de hurto. Igual purgó condena. En el 2019 la Policía detuvo por asalto a mano armada.
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Un año después, en el 2019, fue implicado en el asesinato de su expareja y madre de su hijo. No fue condenado porque la Fiscalía no pudo probar su culpabilidad. Incluso interpuso un hábeas corpus en la Sala Penal de Apelaciones, en junio de 2021.
Para esa época ya era conocido por cobro de cupos en Santa Anita. Es decir, la misma vida y ocupación que ‘La Tota’, aunque a diferencia de este, sí sobrevivió al ataque.
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