Tres oficiales y 18 suboficiales de la Policía Nacional, además de un alto funcionario del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), figuran entre los 58 intervenidos en el megaoperativo realizado esta madrugada en Lima y Callao para desarticular a la organización criminal ‘Los Babys de Oquendo’.
Así lo confirmó el ministro del Interior, Carlos Basombrío, que dijo a Canal N que se logró identificar la “constante relación” entre Sergio Haro Huapaya, director nacional de Seguridad Penitenciaria del INPE, y los miembros de ‘Los Babys de Oquendo’, así como su constante apoyo “en distintos aspectos que necesitaban”.
“Si nosotros contamos con una institución como la Policía Nacional, que cuando encuentra elementos de su institución del grado que fuesen, los investigan, los siguen, los detienen y los ponen a disposición de la Fiscalía y el Poder Judicial, vamos teniendo la garantía de que hay una institución que va a hacer cumplir la ley”, señaló el titular del Ministerio del Interior.
Sobre los policías intervenidos, el general PNP Vicente Romero, director general de la institución, detalló que estos pertenecen a las direcciones de Investigación Criminal y de Inteligencia de la PNP. La División Especial contra el Crimen Organizado investiga el grado de participación de cada uno de estos malos elementos en ‘Los Babys de Oquendo’.
De acuerdo con información policial, ‘Los Babys de Oquendo’ se dedicaba al sicariato, delito contra el patrimonio (extorsión y usurpación agravada) y tráfico de terrenos. Su foco de actividades ilícitas eran los distritos de Los Olivos, San Martín de Porres, Puente Piedra (Zapallal) y Carabayllo. En el Callao, se extendían por Ventanilla y la zona de Oquendo.
En el megaoperativo se logró incautar dinero, tres vehículos mayores, un motocar, cinco armas de fuego cortas, un fusil automático, dos granadas tipo piña, un chaleco antibalas, 10 celulares y 100 mil dólares en efectivo, los cuales se encontraban en una maleta en poder de una detenida.
‘Los Babys de Oquendo’ estaba conformada por los fundadores y remanentes de ‘Los Destructores’ y ‘Los Injertos del Fundo Oquendo’, sanguinarias bandas que a lo largo de la década de 1990 perpetraron asaltos con fusiles de guerra, secuestros de empresarios a los que torturaban y asesinatos de personal policial o militar para despojarlos de su armamento.
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