En el semáforo del cruce de las transitadas avenidas Abancay y Piérola, en el centro de Lima, encontramos a un payaso muy curioso. En plena calle hace un show divertidísimo con sus inseparables amigos: Lisa y Cepillín, dos muñecos de ventrílocuo. Se trata de Jhonatan Olave Dalguerri, conocido como ‘Veranito Shou Alegre’, quien ofrece su espectáculo en pleno sol, caracterizado de payaso y con su equipo de sonido que le da vida a sus compañeros.

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A raíz de la pandemia, Olave se vio obligado a salir a las calles y buscarse el pan de cada día. Al inicio no le gustaba porque le hacía recordar algunas experiencias de su infancia. “Tengo 12 años de payaso y empecé en Puente Piedra. Primero fui bailarín y me ponía un traje de muñeco. Así estuve como dos años y luego me ofrecieron animar chocolatadas y otros eventos. No quería hacerlo, pero la necesidad económica al final hizo que aceptara, además un payaso ganaba más. La vergüenza que tenía nació durante mi niñez, mi mamá me pintaba a mí y a mi hermano para trabajar en las calles”, contó el payasito.

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El tiempo pasó y Olave superó esa experiencia de su niñez, ahora está orgulloso y feliz de ser payaso. “La separación de mi compromiso me puso muy triste, eso hizo que me enfocara más en el arte del payaso, con eso me distraía. Estuve dos años solo, en el camino conocí a mi segundo compromiso, ella era animadora infantil. Ahí nomás llegó la pandemia y todo cerró, y necesitábamos dinero. Con mi pareja nos pintamos la cara (como payasos) y salimos a vender a las calles lejía, ambientadores y productos de limpieza. También vendí frutas, pero me fui a la quiebra porque terminamos comiéndonoslas (risas)”, recordó ‘Veranito Shou Alegre’.

En plena calle hace un show divertidísimo con sus inseparables amigos: Lisa y Cepillín, dos muñecos de ventrílocuo. Foto: Trome.
En plena calle hace un show divertidísimo con sus inseparables amigos: Lisa y Cepillín, dos muñecos de ventrílocuo. Foto: Trome.

Hacer su espectáculo en los semáforos fue una iniciativa de su familia, se resistía porque se había acostumbrado a los shows en fiestas infantiles, pero su pareja lo animó. Ambos salían a las calles y divertían a la gente. Después del nacimiento de su bebé, tuvo que hacerlo solo y ahí pensó en los muñecos y la ventriloquía. “Solo trabajaba por el centro de Lima, pero fueron los mismos choferes que me motivaron a ir a otros distritos con mi show en los semáforos. Ahora este es mi trabajo y estoy feliz de ser payaso”, recalcó.

Su talento y esfuerzo también lo podemos ver en TikTok y hasta el momento tiene casi 20 mil seguidores. Puedes seguirlo en: .

Su talento y esfuerzo también lo podemos ver en TikTok. Foto: Trome.
Su talento y esfuerzo también lo podemos ver en TikTok. Foto: Trome.

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