Alegre, sencilla y full pilas, así es la actriz Patricia Portocarrero, a quien hemos visto en diferentes programas de televisión, novelas y ahora en las redes sociales con su proyecto La Porto TV, donde muestra su versatilidad y entusiasmo por conectar con la gente. En esta entrevista, la showoman, comediante e improvisadora cuenta cómo la enamoró su esposo, cuáles son las claves de una relación duradera, qué es la actuación para ellas y muchas cosas más.
Patricia, ¿cómo te defines como persona?
Creo que soy optimista ante las situaciones. Pienso que todo tiene solución y que, aunque enfrento adversidades, estas son pasajeras. Claro que no dejo de sentirme triste o apenada en el momento, pero siempre miro hacia adelante. Esa forma de pensar me define.
¿Tienes alguna frase que te motive en esos momentos difíciles?
Siempre digo: ‘Bueno, es lo que hay’. A veces nos exigimos demasiado, queremos llegar a la excelencia, pero también hay momentos en los que debemos relajarnos, aceptar lo que tenemos y seguir adelante.
¿Tienes algún sueño recurrente?
No tengo sueños que se repitan, pero cuando me voy a dormir, a veces siento que estoy caminando por un sardinel y me caigo. Es curioso, pero no sueño con cosas específicas o grandes anhelos.
¿Qué disfrutas hacer cuando tienes tiempo libre?
Me gusta no hacer nada. Sentarme, mirar el paisaje, el mar, simplemente estar sin obligaciones. Si eso puede ser acompañado por mi familia, es aún mejor. Disfruto estar con mi esposo, mis hermanos y sobrinos. Como soy la menor de cinco hermanos, estoy acostumbrada a una familia grande y cercana.
¿Cuáles serían tus vacaciones perfectas?
Me encanta Cancún y el Caribe, pero tengo pendiente un viaje a Europa, especialmente a Italia. Es un sueño que tengo con Fabrizio, mi esposo, y estoy segura de que en algún momento lo haremos. Recorrer la costa italiana sería perfecto.
Si pudieras elegir un superpoder, ¿cuál sería?
Definitivamente, la teletransportación. El tráfico me estresa mucho. Pierdo tiempo valioso en traslados, y me preocupa estar alerta todo el tiempo para evitar accidentes o robos. Además, sería genial poder transportarme a otro país o incluso a otro momento de la vida.
¿Qué te hace reír sin importar el momento?
Los chistes y comentarios absurdos. Fabrizio es un experto en eso, y mi hijo también. Pueden sacarme carcajadas incluso en mis días más grises. Me encantan los chistes simples, como los de marcianos que se ven en internet.
¿Cómo celebras tus logros personales?
Me he dado cuenta de que no suelo celebrarlos mucho. Por lo general, los disfruto brevemente y sigo adelante. Últimamente siento que me falta reconocerme más, darme un espacio para celebrar mis esfuerzos.
¿Qué te enamoró de tu esposo?
Su sentido del humor y la seguridad que me transmite. Fabrizio tiene una capacidad única para calmar mi mente, que suele estar a mil por hora. Me da tranquilidad y paz, algo que valoro mucho.
¿Qué crees que es clave para mantener una relación de pareja fuerte?
La confianza y el diálogo son esenciales. Hay que conversar con amabilidad y sinceridad, planteando las diferencias en el momento adecuado, sin dejar que se acumulen. Es importante hablar sin miedo a ser juzgados y ser cuidadosos con las palabras, para no herir al otro.
¿Te consideras una mujer celosa?
No, para nada. Para mí, los celos son un acto de desconfianza y no están en mi naturaleza. Algunos piensan que los celos avivan la relación, pero yo creo que generan conflictos y prefiero evitarlos.
¿Perdonarías una infidelidad?
Es complicado. Cada relación es diferente, pero para mí sería difícil. Una infidelidad es una traición a la confianza. Si decides perdonar, debes hacerlo completamente, sin guardar resentimientos, porque de lo contrario terminas cuestionándote a ti misma.
¿Hay algún plato que prepares y sea un éxito en casa?
El arroz tapado y la pasta me salen muy bien. Aunque no disfruto mucho cocinar, cuando lo hago, pongo todo mi empeño y los resultados son buenos. Claro, prefiero que alguien más haga la parte de picar y lavar, mientras yo me encargo de sazonar y cocinar.
¿Recuerdas alguna sorpresa especial que te hayan hecho?
Soy tan controladora que suelo organizar mis propios eventos, pero recuerdo con mucho cariño cuando mis amigas me sorprendieron con mi despedida de soltera. No sabía a dónde iba ni quiénes estarían hasta que llegué al aeropuerto.
¿Qué canción tienes rondando en la cabeza últimamente?
No hay una en específico, pero me encantan las de radio Felicidad. Escucho canciones antiguas como las de Raphael, Ángela Carrasco, que son perfectas para un poco de drama musical.
¿Qué significa la actuación para ti?
Es mi esencia. Me hace sentir plena, me permite comunicar y transmitir emociones. Haber trabajado en el mundo corporativo como secretaria me hizo valorar aún más el poder dedicarme a algo que amo.
Trabajaste como secretaria...
Me fui a Canadá a vivir durante casi un año. Cuando regresé, lo primero que hice fue ingresar a una empresa cementera. Entré como secretaria y trabajé allí durante 11 años hasta que decidí renunciar.
¿Por qué renunciaste?
Cuando apareció Pataclaún en mi vida, sentí que era mi momento. Tenía que dedicarme al 100 % a algo que realmente me apasionaba.
¿Cómo fue tu inicio en Patacláun y el clown?
Al principio, mi personaje no era ‘Sor Rita’; era otro. Empecé a conocer el mundo del clown y, tras dos años, todo tomó forma. Patacláun me dio las herramientas necesarias gracias a July Naters, quien me enseñó muchísimo como actriz.
¿Qué siguió después de Patacláun?
Cuando terminó Pataclaún, empezó una nueva etapa para mí: Las Bandalas. Todo lo aprendido me permitió seguir desarrollándome en esta carrera artística.
¿Qué significa para ti “Las Bandalas”?
Es la empresa más sólida que he tenido. Con Katia (Palma) y Saskia (Bernaola) hemos formado un equipo basado en la confianza y la solidaridad. Nos apoyamos mutuamente en los momentos difíciles, y eso es un gran ejemplo de trabajo en equipo.
¿Cómo defines tu relación con las redes sociales?
Me divierte crear contenido. Aunque no siempre entiendo las tendencias modernas, creo que es importante mantenerse vigente. Las redes me permiten acercarme al público de una manera diferente.
¿Le temes a la muerte?
Antes sí, pero hace poco tuve un evento que me hizo reflexionar. Creo que todavía no es mi momento, porque quiero estar presente en la vida de mi hijo, verlo crecer, enamorarse, y apoyarlo en sus primeros pasos como adulto.
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