La señora Guillermina Tapullima, en la región San Martín, ha sido considerada como una de las mejores artesanas al utilizar la técnica kichwa de la comunidad Wayku para producir piezas de cerámica, las cuales mediante su comercialización sirven para sacar adelante a su familia en esta etapa de pandemia por el coronavirus.
Según un comunicado del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Tapullima encarna el legado cultural de la comunidad Wayku que ha sido transmitido de generación en generación con su arte expresado en la alfarería.
Ella también es usuaria del programa “Juntos” y realiza sus creaciones en un gran horno ubicado en la parte trasera de su vivienda, en cuya entrada exhibe los productos que elabora.
“Queremos seguir adelante con los trabajos de arcilla, con lo que vendo obtengo recursos para alimentar a mis hijos y comprar medicinas si es necesario. De esto vivimos. Siento que mi trabajo es arte”, aseguró.
Guillermina es una de las más conocidas emprendedoras de esta villa, fundada por los españoles en el siglo XVII bajo el nombre de “Ciudad de la Cruz del Triunfo de los Motilones de Lamas”, pero que conserva incólume la técnica kichwa de alfarería.
En ese sentido, Guillermina desea que el arte que le dejaron sus ancestros no se pierda, por lo que enseña su técnica a sus hijos y otros niños de la comunidad. Esta madre de dos niños de 3 y 5 años espera que los turistas regresen con fuerza a Lamas para que adquieran sus productos.
Cabe indicar que la cerámica ancestral kichwa de Lamas, practicada por siglos en la comunidad Wayku, es conocida por sus vistosos diseños, que parecen detenidos en el tiempo, durabilidad y resistencia.
Guillermina sostiene que a través del programa Juntos recibe una ayuda del Estado mediante un incentivo monetario. El Midis recordó que este programa entrega un abono de 200 soles a sus familias usuarias.