Siete personas, entre ellas una mujer y tres miembros de una familia, habrían sido asesinadas por un grupo de sujetos dedicados al traslado de cocaína por el lago Titicaca, en el límite de la frontera entre Puno y Bolivia.
Tras ser asesinadas, los restos de las víctimas, al parecer, fueron arrojados por los narcotraficantes a las gélidas aguas del mencionado lago. Los asesinos huyeron con el supuesto cargamento de droga.
Según se conoció, las siete personas zarparon el jueves 4 de octubre en un bote desde el distrito de Copani en la provincia de Yunguyo con dirección al muelle de Santa Rosa Guaqui en Bolivia.
En el bote pintado de varios colores los pobladores trasladaban un cargamento y las autoridades sospechan de que se trataría de alcaloide de cocaína. Sin embargo, este jueves último hallaron el bote abandonado en el distrito de Desaguadero en la provincia de Chucuito.
Asimismo, un día después en la tarde fue hallado el cadáver de uno de los desaparecidos en el sector de Huaynacache en el distrito Copani.
Los restos pertenecían a Juan Bautista Clares Nina, quien en el momento de las diligencias del levantamiento presentaba signos de haber sido torturado y asesinado a golpes.
Se cree que por las lesiones que presentaba Clares indicaría que el crimen se trataría de un ajuste de cuentas.
BÚSQUEDA
Los agentes sospechan que una vez que los narcotraficantes asesinaron a los siete viajeros encendieron el bote y lo dejaron en el lago Titicaca para que siguiera su recorrido.
Asimismo, informaron que en la zona funciona una de las rutas de traslado de la droga por las aguas del lago Titicaca. Por disposición del fiscal de turno, el cuerpo del infortunado fue internado en la morgue del hospital de apoyo de Yunguyo en Puno.
En tanto, las autoridades y familiares continúan con la búsqueda de los cuerpos de las otras seis personas. Ellas fueron identificadas como Avelino Yujra, Francisco Clares, Franklin Clares, Wily Polloquiri, Telesforo Calisaya y Amelia Choquecota.