UN CRIMEN DE TERROR. Un presunto parricidio ocurrió en Tacna el pasado 10 de abril. Valeria Alarcón Mamani, una estudiante de Medicina de 20 años, habría ordenado la muerte de su propia madre, Beatriz Mamani Maquera, quien era docente y subdirectora de un prestigioso colegio nacional en la misma región.

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Según un informe de Hildebrant en sus 13, todo comenzó cuando la Policía acudió a la casa de Beatriz y su hija les contó que dos ladrones encapuchados habían ingresado y ella se había desmayado de la impresión. Al recobrar la consciencia, encontró a su madre muerta. Sin embargo, los agentes dudaron de la versión de la joven puesto que la escena del crimen no encajaba con sus declaraciones.

En primer lugar, notaron que los supuestos asesinos de la profesora no habían forzado la puerta. Valeria explicó que hace una semana habría perdido sus llaves y que los delincuentes probablemente las habían usado para entrar. Otro detalle que no encajaba era que solo se llevaron dos laptops y dos celulares, dejado joyas y electrodomésticos de la casa.

Mientras los efectivos examinaban la escena del crimen, el enamorado de la joven, Eduardo, un menor de edad de 17 años y esstudiante de ingeniería, llegó al lugar, abrazó a su pareja y se quedó con ella mientras las autoridades hacían las pericias del caso.

Horas después, la Unidad de Homicidios de la Depincri de Tacna recibió una llamada. Era un familiar de Eduardo que les reveló que el adolescente había vuelto a su casa a las 3:30 de la madrugada con dos mochilas, que traían las laptops y los celulares. Su padre lo convenció para que se entregue y acudieron a la comisaría.

MENOR CONFIESA CRIMEN DE SU SUEGRA

Eduardo contó que a las 9 de la noche Valeria le escribió por Instagram para contarle que se había peleado con su mamá, que esta le había pegado y quería irse de su casa. El menor acudió de inmediato para recogerla pero en el camino, la joven le envió otro mensaje donde le reveló sus intenciones de matarla y le pidió que la ayude.

Eduardo acudió a una farmacia para comprar guantes, una mascarilla y un gorro quirúrgico. Al llegar a la casa de Valeria, a las 11:30 de la noche aproximadamente, se escodió. Beatriz estaba durmiendo con la puerta de su cuarto con calle, es así que su hija fingió que un ladrón había entrado a la vivienda y gritó por auxilio.

La profesora salió del cuarto y Eduardo la obligó a regresar, a arrodillarse y en ese momento la ahorcó.

El menor contó que su pareja se puso ansiosa e ideó un plan para despistar a la Policía: Simular un robo. Es así que metió las laptos y los celulares en la mochila de su novio y les pidió que las escondiera.

Eduardo llevó las cosas a la casa de sus abuelos y su abuela lo vio llegar con las mochilas. En ese momento, aproximadamente a las 3:30 de la madrugada, su padre lo llamó para decirle que habían asesinado a Beatriz Mamani y que fuera a ver a Valeria. El joven dejó todo para regresar nuevamente a la casa de su enamorada. Al salir, su abuela revisó lo que escondió y encontró los aparatos.

MADRE E HIJA TENÍAN RELACIÓN COMPLICADA

Los amigos de Beatriz aseguran que hija lo era todo para ella. Se había separado de su padre hace varios años sola y se dedicó a cuidarla sola. Era exigente en su trabajo para más aún con Valeria, de quien presumía como una niña estudiosa. Había obtenido el primer puesto de su promoción en primaria y destacaba en el ajedrez.

Sin embargo, cuando entró en la adolescencia, empezó a preocuparse menos por sus notas y por el deporte y empezó a salir más con sus amigos. Esa situación le generaba problemas con su mamá, quien era muy estricta y hasta manejaba sus redes sociales.

A inicios de 2020, Valeria ingresó a la facultad de Medicina de la Universidad Privada de Tacna y su madre se mostró orgullosa. Sin embargo, ese mismo año se escapó dos veces de casa, la primera vez se fue con sus abuelos y Beatriz llegó al día siguiente con Policías hasta el lugar. La segunda vez, la profesora denunció que su hija se había ido tras una discusión. Casi siempre peleabana porque la joven quería salir de fiesta.

En 2022, Valeria conoció a Eduardo, quien acababa de perder a su madre por el cáncer. El joven le contó a la Policía que su novia siempre se quejaba de su madre y aseguraba que la golpeaba. Además, le había hecho varios comentarios indirectos con sus deseos de matarla.

VALERIA LE ECHA LA CULPA A EDUARDO

Cuando la detuvieron, Valeria optó por guardar silencio pero al conocer que Eduardo había declarado, decidió cambiar de abogado y contar su versión.

La joven indicó que el día de la muerte de su madre discutió con Eduardo por teléfono y el menor fue hasta su casa. Ella no le abrió la puerta, pero él ingresó durante la madrugada con una llave que le había robado. Ambos discutieron, generando que Beatriz salga en auxilio de su hija y allí el menor le habría quitado la vida. Además, negó tener una mala relación con su mamá.

El padre de Eduardo contó que cuando ambos estuvieron detenidos, Valeria le dijo a Eduardo que estaba embarazada y el joven quiso echarse la culpa. LLamó a su padre y le reveló sus intenciones, pero este grabó la conversación y se la entregó a la Fiscalía.

Durante la audiencia de prisión preventiva, Valeria estalló en llanto. “Sieto que todo el mundo me ataca y no puedo defenderme... amo mucho a mi perro y realmente no me iría a ningún lado, yo lo quiero cuidar”, dijo para demostrar que no se fugaría.

Al momento, Eduardo se encuentra recluido en un centro de rehabilitación de menores en Arequipa, Valeria fue recluida en un penal y Beatriz fue enterrada en Tacna.

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