Más de 200 policías y soldados del Ejército participaron en una jornada de limpieza en la ciudad de Huarmey (región Áncash), que fue inundada tras las intensas lluvias y huaicos por el 'Niño costero.'
Portando escobas y palas, los agentes recogieron el desmonte y la basura de las calles de Huarmey.
Los policías y soldados también recorrieron casa por casa para retirar los deshechos y recoger desmonte.
Con esta acción las autoridades buscan evitar el contagio de diferentes enfermedades como el dengue, chikungunya, zica, malaria y otras enfermedades.
Huarmey permaneció bajo el fango y se convirtió en un peligro para la salud de sus pobladores.