La pandemia del COVID-19 ha puesto en perspectiva aspectos tan importantes como una buena alimentación, factor determinante para hacer frente a muchas enfermedades, es así que en Cusco un emprendimiento busca devolver el sitio a la carne de cuy como una de las más preciadas en el tiempo de Los Incas.
Proacos es una empresa familiar, asentada en el distrito de San Sebastián, donde se distribuye carne de cuy finamente seleccionada y meticulosamente empacada en distintas presentaciones, desde nuggets de cuy hasta cubitos de cuy para sopa, toda una revolución en el campo de la industria de este alimento.
El gerente y propietario del emprendimiento, médico veterinario Jhon Lezama, indica que se vio afectado por la pandemia; sin embargo, no piensa dejar de trabajar con la carne de cuy y ahora busca otros horizontes para su producto que espera llevarlo a la internacionalización.
“Nosotros veníamos trabajando muy bien, con hoteles y restaurantes, pero la pandemia frenó todo eso y nos quedamos prácticamente en el aire. La carne de cuy es muy nutritiva como para que deje de ser consumida, sus ácidos grasos y enzimas potencian y fortalecen el sistema neurológico y actúan como anticancerígeno. Buscamos colocarla en el extranjero donde también es bastante preciada, es un sueño que perseguimos como cusqueños y como peruanos”, citó.
Actualmente, Jhon y sus familiares convirtieron su vivienda en su centro de trabajo y poco a poco fueron cambiando elementos artesanales por otros industriales, a fin de conseguir todas las certificaciones de orden para producir carne de cuy.
El emprendedor nos cuenta que antes ellos mismos criaban sus cuyes, los alimentaban, engordaban y luego beneficiaban, pero hoy esa labor se la dejan a una cadena de productores de distintas provincias de Cusco con quienes trabajan y a quienes también ayudan a subsistir en estos duros tiempos.
“Es muy difícil dejar colgados a todos los que nos apoyan, a nosotros mismos y a las personas que dependen de nosotros, por eso continuamos metiéndole fuerza al proyecto, esperando que todo cambie para mejor y que la carne de cuy ponga su granito de arena para el mejoramiento de la salud local, nacional y por qué no, internacional”, acotó.
Proacos ha sido reconocida y galardonada en varias oportunidades, incluso desde el extranjero. Ahora el emprendimiento anda tras el objetivo de ser reconocido por Procompite, una iniciativa de apoyo a la competitividad productiva regional impulsada por el Gobierno Regional del Cusco.
Este concurso busca fortalecer a las cadenas de productores y asociaciones que generen desarrollo a partir de ideas innovadoras y necesarias para la reactivación económica de los sectores más afectados por la pandemia.
“Nosotros ya hemos presentado un plan de negocios acorde a los productos que elaboramos para el mercado local y con miras a los planes de incursión a otros mercados, ya hemos pasado varias etapas de calificación y estamos en la recta final, alicientes como este ayudan de sobremanera a los pequeños y microempresarios que buscamos un mejor desarrollo y adaptación de nuestras cadenas productivas”, finaliza Jhon, quien todos los días alista las carcasas de cuy para ser empacadas y trasladadas a un equipo de conservación que él mismo creó.
-El cuy es una especie doméstica natural de Sudamérica, su carne es bastante rica en calcio, potasio, magnesio y fósforo, por lo que es ampliamente requerida para el consumo humano y el tratamiento de casos como anemia o desnutrición severa.
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