Luego del violento sismo de magnitud 7.0 que remeció Arequipa la madrugada del viernes, se han producido decenas de réplicas. La más fuerte ocurrió ayer sábado a las 2:05 de la madrugada, en la localidad de Chala, de 6.4 grados, causando pánico en la población. Miles saltaron de sus camas y corrieron a las calles, pues temían morir aplastados ante el peligro de derrumbes.
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), durante la mañana de ayer se reportaron 16 réplicas de distintas magnitudes. Sumadas a las de la víspera, se contabilizan alrededor de cuarenta y es de esperar que continúen en los próximos días.
Sobre el sismo del viernes, con epicentro en Caraveli, el Ministerio de Salud reportó 30 heridos, de los cuales 23 ya recibieron el alta médica. Los distritos de Yauca y Chala son los más afectados por los temblores, que han obligado a los pobladores a dormir fuera de sus casas ante el temor de posibles derrumbes.
En la costa central del Perú ocurre el choque de las placas de Nasca y Sudamericana, lo que siempre ha generado intensa actividad sísmica. Una prueba de ello fue el terremoto de Pisco del 2007 con una magnitud 7.9.
El jefe del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, advirtió que la costa central del Perú, en la que está ubicada Lima, puede sufrir un catastrófico terremoto en cualquier momento: ”Existe la probabilidad de que, frente a la costa de Lima, pueda ocurrir en algún momento un sismo de magnitud elevada; por eso en los simulacros ensayamos sismos de magnitud 8.8″, enfatizó.
El sismo más grande que ha ocurrido en la costa central peruana fue en 1746, con magnitud entre 8.8 y 9. Desde entonces, no hubo otro de magnitud elevada. Por tanto, hay 278 años de acumulación de energía o ‘silencio sísmico’, que solo se liberará con un terremoto de más de 8 de magnitud.
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