El fin de la relación entre Mario Vargas Llosa y la socialité Isabel Preysler sigue en boca de todos. Contra el deseo del Premio Nobel de Literatura, quien critica la llamada civilización del espectáculo, su nombre alimenta los contenidos de la prensa rosa en todo el mundo, incluido el Perú. Pero es la noticia, como son todos los amores que pasaron por su vida.
MIRA: Patricia y su ‘plan’ para reencontrarse con Mario Vargas Llosa: ¿cómo se daría el encuentro?
Aquí figuran casi todos, desde su tía política, la boliviana Julia Urquidi, hasta su prima Patricia Llosa, pasando por la exesposa de Julio Iglesias, las mujeres que mejor marcaron su vida.
LEE TAMBIÉN: Patricia, exesposa de Mario Vargas Llosa, “saborea la venganza” tras la separación con Isabel Preysler
La boliviana era su tía política. Se conocieron porque ella era hermana de Olga, la esposa de su tío Lucho, a la vez hermano de su mamá. Fue un flechazo infernal. Mario tenía 19 años y, para la época, un menor de edad. Ella tenía 29 y, encima, recién divorciada.
En su libro ‘La tía Julia y el escribidor’, escribió esto: “”Recuerdo muy bien el día que me habló del fenómeno radiofónico porque ese mismo día, a la hora del almuerzo, vi a la tía Julia por primera vez. Era hermana de la mujer de mi tío Lucho y había llegado la noche anterior de Bolivia. Recién divorciada, venía a descansar y a recuperarse de su fracaso matrimonial. En realidad, a buscarse otro marido”.
Ambos se casaron en mayo de 1955. Vargas Llosa estudiaba Derecho y tenía miedo de su estricto padre, donde Ernesto Vargas y encima era menor de edad (en ese entonces hasta los 21 años). Entonces decidieron casarse en secreto, con la complicidad de su amigo de Piura, el futuro ministro de Economía, Javier Silva Ruete. Lo hicieron en Grocio Prado, Chincha. Al regresar a Lima, nadie pudo desunirlos, solo Patricia Llosa, nueve años después.
Julia lo ayudó a convertirse en escritor en París, fue su sustento hasta que publicó La ciudad y los perros. Fue el inicio del boom.
PATRICIA LLOSA
La modosita Patricia era su prima hermana, hija de sus tíos Olga Urquidi (hermana de Julia) y Lucho Llosa. La joven viajó con su hermana Wanda (de la que dicen que fue la primera que atrajo a Mario, pero murió en un accidente de avión en 1962) a estudiar francés en París, en 1960. Como buen anfitrión, el novelista la llevaba a los museos, le enseñaba a leer. “Un día me dijo que estaba enamorado, y yo le dije ‘cállate, idiota’, porque imagínate el impacto”, relató Patricia a la escritora Leila Guerreiro. No tardó el mundo a enterarse que ambos salían. Primero provocó el divorcio con Julia, quien se fue a Inglaterra. Luego causó un terremoto en la familia. ¡Estaba con su prima! Nada lo hizo echar atrás. En 1965 se casaba con Patricia en Lima, quien pasó a convertirse en su celosa secretaria y, como Julia, lo encaminó hacia la literatura. Pero lo más importante es que le dio sus tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana.
Nació en 1939 en Río de Janeiro, hija de un diplomático brasileño y esposa del arquitecto Oscar Tusquets, con quien fundó la importante editorial Tusquets Editores. Esta casapublicó las obras de Ernst Jünger, Milan Kundera o E.M. Cioran.
Según el periódico La Vangiardia de Barcelona, Mario y la editoria tuvieron una relación en 1974. En realidad eran muy amigos desde que el peruano estaba casado con Julia Urquidi y vivía en Europa con ella.
Él (y también Gabriel García Márquez) le ayudaron a posicionar Tusquets Editores en el mundo literario. Se escribían mucho y su relación no solo era profesional.
Y según la misma Vanguardia, en 1974 Vargas Llosa viajó a Lima en barco con su esposa y tres hijos. En plena cubierta conoció a una pasajera, con la que se lió. Patricia se enteró y ambos se separaron brevemente. En ese contexto, ella se encontró con Gabriel García Márquez, a quien le contó todo. El colombiano, a modo de broma, le dijo: “Si quieres que vuelva Mario contigo, tenemos que liarnos y así se pondrá celoso”.
El peruano interpretó que esas palabras habían ido más allá de lo que podía ser una broma aceptable y el 12 de febrero de 1976, le propinó al colombiano un puñetazo en público en un cine de Ciudad de México. No volvieron a hablarse en la vida. Al volver al hotel, Patricia, que le esperaba allí, ya informada de lo que había pasado, le lanzó una lámpara y le gritó: “¡Imbécil! ¡Cretino! ¡Ahora sí que creerán que es verdad!”.
Se conocieron en 1986. Ella ya no era la esposa del mundialmente conocido cantante Julio Iglesias, padre de sus hijos Cháveli, Enrique y Julio. La filipina lo entrevistó para la revista ¡Hola! (la misma que dio la primicia de la separación). Fue el click. Ambos se sintieron atraídos, pero ella dio el primer paso. “Llámame cuando seas presidente o premio Nobel”, le dijo muy coqueta.
La amistad continuó con los años, pese a que ella estaba casada con el exministro de Economía, Miguel Boyer.
En 2010 el Reino Sueco le entregó el Premio Nobel de Literatura. Mario acudió con su esposa Patricia, a quien agradeció por haberlo ayudado a ser escritor. Cinco años después celebró sus cincuenta años de casado con ella en Estados Unidos al lado de sus hijos y nietos. Días después estallaba la bomba. Vargas Llosa anunciaba que se iba a separar y que estaba con Isabel Preysler. De inmediato se fue a vivir con ella...hasta diciembre del año pasado en que ¡Hola!, la representante de la llamada civilización del espectáculo que tanto aborrece Mario, anunció la separación en portada.
Bonnus track: El portal Mujer señala que en los años 70 el Nobel se enamoró de una peruana que residía en Barcelona llamada Susana, casada y con hijos. Mario se sinceró con Patricia y le pidió el divorcio, pero al final se arreglaron. Cuando al editor Carlos Barral, muy amigo del escritor, le preguntaron por esta y otras historias parecidas, respondió, con su habitual sarcasmo, que sí que pasaban cosas, pero nada importante ‘porque no eran dentro de la familia’”.
Contenido GEC