Innumerables historias de saberes y esfuerzo están plasmadas en los adultos mayores. Muchos se mantienen con tal fortaleza que superan el centenario de vida. Y entre todos ellos, un ’supercentenario’ desde hace varios años sorprende por su longevidad y ha aparecido en noticias de nuestro país y a nivel internacional: Marcelino Abad Tolentino, el hombre más longevo del Perú, y quizás del mundo.
Con cálida sonrisa, hojitas de coca y sombrero que tanto le gusta, el hombre más longevo del Perú y, tal vez, del mundo, acaba de dar la bienvenida a sus 125 años.
El huanuqueño Marcelino Abad Tolentino, don ‘Mashico’, es para muchos ’el peruano de acero‘, pues nació a inicios del 1900, según consta en su documento de identidad. Ha sobrevivido a dos Guerras Mundiales, pandemias, y aunque su historia se vuelve viral, él pasó más de un siglo sin acceso a electricidad.
No conoce Internet, celulares ni la comida instantánea, se mantuvo en naturaleza, viviendo de frutos de su siembra como naranjas, plátanos y paltas, además de animalitos de corral y cocinaba a leña.
Aunque no habla fluido y ya no escucha bien, cuenta que a sus padres ‘se los llevó el río’ cuando él tenía siete años. No pudo estudiar como otros niños, no aprendió a leer ni escribir, y trabajó desde muy chico.
Don Marcelino señala también que no se casó ni tuvo hijos. Pasó su juventud y madurez trabajando la tierra, incluso hasta ser adulto mayor. A pesar de su longevidad, estuvo como ‘inexistente’ para el Estado, indocumentado.
Fue recién en el año 2019, con los datos que dio un usuario de Pensión 65, que un promotor de ese programa logró enrumbarse en la búsqueda hasta un lejano paraje del anexo de Cormilla en el distrito de Chaglla, provincia de Pachitea.
Llegar no fue fácil. Desde Huánuco, el lugar estaba a más de 6 horas por tierra más caminata de hora y media. Pero el encuentro del humilde hogar de don ‘Mashico’, en medio de la vegetación como bosque, se dio el 7 de febrero de 2019, cuando llegó Misael Fabián, promotor de la Unidad Territorial de Huánuco del programa Pensión 65.
Desde abril de ese mismo año, este hombre que superaba los cien años fue incluido al mencionado programa social del Midis. “Desde el inicio se mostró bien amable, cariñoso. Al llegar trataba de invitar plátanos u otra fruta que cosechaba”, recordó Fabián.
Antiguos pobladores de la zona atestiguaron que a veces iba al pueblo a vender locro y hacer trueque de alimentos.
Vivía como ermitaño, en precaria casita de restos de una exhacienda cafetalera. Allí trabajaba la tierra que lo alimentó y mantuvo sano. El agua la conseguía de las cercanías del río Huallaga.
Aunque desde niño afrontó muchas situaciones de adversidad, don ‘Mashico’ no perdió la serenidad y el buen humor. Llegó a la llamada ’tercera edad‘, solo lo acompañaban sus perritos y pasó su centenario valiéndose por sí mismo, incluso caminaba y seguía trabajando la tierra, hasta que el derrumbe de un muro afectó su cadera.
Pero ya no está solito. Desde el 2022 fue acogido en la casa hogar ‘Mis abuelitos’ de la provincia de Ambo, donde recibe el cariño y cuidados necesarios.
Don Marcelino es usuario de Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) desde el 2019.
Se gestionó su primer DNI con el Reniec y así, a los 119 obtuvo su primer Documento Nacional de Identidad (DNI), el ‘azulito’. Según consta allí, nació el 5 de abril de 1900.
Desde que obtuvo su identificación accede a servicios para su salud. Tiene SIS.
A sus 124 años de edad, recibió el DNI electrónico.
En la casa hogar ‘Mis abuelitos’, celebró sus ‘125 abriles’ con sus amigos y recibió mensajes de cumpleaños que le leyeron mientras observaba y soltaba risas al reconocerse en foto.
También recibió la visita y bendición del sacerdote Oswaldo Rodríguez, un show con perritos de la brigada canina PNP del sector, y desde la víspera hasta su cumpleaños, el 5 de abril, tuvo tres ricas tortas.
Además, las empresas Gloria y Luz del Sur enviaron donativos de juego de ollas, cocina eléctrica, abrigos y prendas de vestir que serán de ayuda para la atención de los abuelitos del albergue.
“Es un abuelito bien tranquilo y le gusta que lo saquemos a pasear a Cochachinche”, dicen las enfermeras que lo cuidan.
“Le gusta mucho la palta, mote, queso y papa. También la carne, sobre todo pachamanca, y masticar hoja de coca, como lo hacía en el campo”, contó Dolores Pérez, cocinera de la casa hogar ‘Mis abuelitos’, con quien ‘Mashico’ bromea.
El año pasado, las autoridades de Huánuco señalaron que se gestiona para postularlo a Record Guiness de ‘el hombre más longevo del mundo’, aunque hasta el momento no hay registro al respecto.
Es importante mencionar que, con 116 años, la religiosa Inah Canabarro, de Brasil, es considerada la persona viva más longeva del mundo, tras la muerte de la japonesa Tomiko Itooka.
Sin embargo, prensa internacional como el Mundo, La Vanguardia y Daily Mail tienen también publicaciones que indican que Jeanne Louise Calment vivió hasta los 122 años, y que Meizhen Luo y Natabay Tinsiew, fallecidos en el 2013 y 2021, respectivamente, alcanzaron 127 años.
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