Todo el tiempo está metida en pleitos judiciales y pugilísticos, y no es que María Guzmán Cobeñas sea una mujer difícil o complicada, sino que desde hace siete años equilibra sus funciones como abogada y réferi profesional de , la única en nuestro país.

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De estatura promedio, voz fina y delicados modales, nadie podría creer que esta madre de una señorita de 21 años grita fuerte y claro en los tribunales y en el ring. “Hace años empezó mi gusto por este deporte de contacto, debe ser porque mi padre fue el boxeador amateur Alberto Guzmán. Él ayudaba a practicar a otros boxeadores en el Estadio Nacional. Por eso, cuando crecí empecé a practicar box en un gimnasio, incluso llegué a compartir clases con David ‘Pantera’ Zegarra”, contó esta aguerrida chalaca de nacimiento que también es docente universitaria.

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Su carrera en el arbitraje comenzó en 2016 cuando regresó de Argentina con su título bajo el brazo. “Volé a Argentina para estudiar porque aquí en Perú no hay una escuela que certifique a los árbitros profesionales”, recuerda. Lo curioso fue que su decisión de acreditarse como juez-árbitro la tomó cuando dictaba clases en la universidad.

“Recuerdo que me dieron el curso de actividades y debía enseñar arte o algún deporte. Como practicaba box, dije enseñaré eso. Mis alumnas estaban emocionadas; sin embargo, ahí me enteré que necesitaba una certificación para poder enseñar”, expresó la abogada y conciliadora.

Mujer árbitro de box. Fotos: Trome.
Mujer árbitro de box. Fotos: Trome.

MACHISMO

En el deporte de los puños, la réferi también fue víctima del machismo. Algunos colegas minimizaban su trabajo o insinuaban que esta profesión solo era para varones. Ella hizo oídos sordos a los comentarios negativos y se centró en hacer su labor con mucha responsabilidad, rectitud y disciplina. “Mi labor es hacer cumplir las reglas dentro de una pelea de box”, indicó.

Sus alumnos de la universidad no saben que es juez-árbitro de boxeo, pero las personas que sí a veces hacen bromas y dicen: ‘No te metas con la profesora porque te mete golpe’.

BAJÓ DE PESO

Practicar el boxeo le ha dado muchas satisfacciones. “En su momento me ayudó a bajar de peso y a reforzar la seguridad en mí misma. Se puede decir que este deporte te da un empoderamiento equilibrado. En sí, también ayuda a los chicos a reforzar su autoestima y alejarlos de los vicios”, sostuvo María, que en las fotos sales con el campeón Mundial por la WPC, Lester Lozano ‘El guerrero Andino’ (el joven vestido de blanco y cinturón rojo).

Como abogada, juez-árbitro y maestra, María siente que ha logrado cumplir las metas que se trazó en la vida. Gracias a la certificación que obtuvo en Argentina, también se puede desempeñar como fiscalizadora de boxeo.

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