POR: MIGUEL RAMÍREZ / PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN
Más perlas siguen apareciendo de la aún congresista aprista Luciana León. La guapa parlamentaria, con su carita de ‘yo no fui’, era una lobista en potencia, según las investigaciones fiscales.
El sábado, la periodista Karla Ramírez, del diario El Comercio, hizo una sensacional revelación: hace dos años, León gestionó obras públicas por ¡4 millones de soles! para la Municipalidad de La Victoria, cuyo alcalde era Elías Cuba, sindicado como el cabecilla de la organización criminal ‘Los Intocables Ediles’.
Este nuevo hecho se suma a otros en los cuales León, aprovechando su cargo, hizo gestiones a favor de Cuba, a cambio de pagos que oscilaban entre los 10 y 20 mil soles mensuales. Tan agradecido estaba Cuba que hasta le financió su matrimonio, celebrado por todo lo alto el 2017.
León hacía las gestiones desde la computadora de su propia oficina. En octubre pasado, durante el allanamiento a su despacho, la policía encontró diez mensajes de WhatsApp. A través de ellos, León pidió al Ministerio de Vivienda el financiamiento para las obras que requería su cliente, el alcalde Cuba. Sus pedidos fueron aceptados por el entonces ministro Carlos Bruce.
No es, sin embargo, la primera vez que León se ve envuelta en un caso de presunta corrupción. El año 2014, el semanario Hildebrandt en sus Trece descubrió que la congresista había comprado dos departamentos y cuatro estacionamientos en Barranco por un monto de S/.1’120,934.
Lo más sorprendente era que los pagó en el tiempo récord de 17 meses, cuando la deuda tenía que pagarse en 25 años.
Cuando le preguntaron cómo había hecho para pagar semejante cantidad con su sueldo de congresista, León contestó con frescura: “Soy una mujer soltera y no tengo mayores responsabilidades. Puedo mantenerme con un sueldo bastante austero. Y los fines de semana, cuando salgo, gracias a Dios, me invitan”.
Su caso llegó a la Comisión de Ética, que entonces presidía Humberto Lay. Semanas después, fue archivado por Lay, Rogelio Canches y –como no podía ser de otra manera– Mauricio Mulder, su compinche de partido.
León tenía una suerte única. El año 2016, el entonces fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, también le archivó una investigación por enriquecimiento ilícito. “En estos casos las pericias son determinantes. No había un desbalance importante”, dijo Sánchez.
En el disuelto Congreso, los fujiapristas colocaron a Luciana León como presidenta de la poderosa Comisión de Defensa. Era como poner a la muñeca Barbie como jefa del Pentágono.
Su única misión fue atacar, investigar y denunciar, sin prueba alguna, al exministro de Defensa, Pedro Cateriano, el principal cancerbero de Alan García y el fujimorismo. Se trató de una venganza política, a la que León se prestó. Todas sus denuncias contra Cateriano fueron archivadas por la Fiscalía de la Nación.
A estas alturas, muchos se peguntan: ¿Cuántos clientes más tuvo Lucianita? Nos vemos el otro martes.
Los artículos firmados y/o de opinión son de exclusiva responsabilidad de sus autores