La Administración de Alimentos y Medicamentos o FDA, en sus siglas en inglés dieron un informe en que señalan, que el pollo que consumimos tiene índices de arsénicos. Estas es una sustancia latamente cancerígena.
Es que más del 70% de los pollos criados en granjas para alimento humano se alimentan con arsénico, con el fin de inducir el crecimiento más rápido en menos alimento y darle el color saludable de pollo, pavo y cerdo carne.
Teniendo esto en cuenta, se pidió a Pfizer para dejar de producir ‘roxarsone’, un compuesto químico que contiene arsénico y que por lo general se añade a la alimentación de pollos con el fin de hacer pollo gordo y dar un color agradable y rosa a la carne.
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Así mismo le arsénico, se acumula en el hígado de los animales que consumen este compuesto químico, y al consumir la carne de los pollos y derivados seguimos la cadena.
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