Los estadounidenses vuelven a sentir pánico por sangrientos ataques terroristas. Nueva York, Nueva Jersey y Minnesota fueron escenarios de demenciales atentados que dejaron un atacante muerto y cerca de 40 heridos.
Estos ataques ocurren una semana después de las conmemoraciones por los 15 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, que causaron unos 3 mil muertos.
En Nueva York, una potente bomba colocada en un buzón de basura explotó la noche del sábado en el elegante barrio de Chelsea, una zona colmada de bares, restaurantes y teatros. La deflagración, que causó una enorme bola de fuego rojo y humo negro, dejó 29 heridos.
A dos cuadras, descubrieron otro artefacto explosivo que no estalló y fue desactivado.
GRITÓ ‘ALÁ’
Horas antes, una bomba artesanal fue puesta en Nueva Jersey en la ruta de una carrera organizada por el Cuerpo de Marines. El artefacto estaba programado para reventar en un punto en el que los competidores debían pasar frente a un cesto de basura donde estaba oculta la bomba. Pero el retraso en el inicio de la carrera evitó que la explosión causara heridos.
Esa misma noche, en Minnesota, Dahir Adan, de 22 años, estadounidense de origen somalí, perpetró un ataque con arma blanca en un centro comercial de la ciudad de St. Cloud, que dejó nueve heridos y que fue reivindicado por ISIS. El atacante, que gritó varias veces ‘Alá’, fue abatido por un agente fuera de servicio.
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